!Què noble estampa de bruto!
!Cùan arrogante y ligero!
¡Què bien deliniados cuartos!
¡Y què fornidos encuentros!
En los ànimos un leòn
y en lo dòcil un cordero;
fuera capaz de volar
a no impedirselo el freno.
Y capaz de sorprender
de su dueño el pensamiento
si por fortuna capaz
fuese de pensar su sueño.
!Y que finchado que viene!
¡si no cabe en su pellejo!
¡los aplausos al caballo
saboreando el caballero!
¡Còmo chorrea la sangre
de las espuelas y el freno!
¡Còmo lo hiere y estrella
y lo maltrata el zopenco!
Y a se alejan, el caballo
y el jinete conduciendo...
!Y aquèl va a la pesebrera
y estè al regalado lecho!
En la pesebrera aquèl
come tranquilo su pienso.
¡Y este en la cama
con los instintos de un cerdo!
¡Y cùan menos humano
y noble y digno de aprecio
es que el caballo que monta
el borracho caballero!
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