viernes, 4 de enero de 2013

MIGUEL LUIS ROCUANT/ DÌA GRIS

Otoño. La garúa sus finas chispas llueve
cobre la mar. El agua cenicienta se mueve
apenas.- No hay oleaje, ni espuma, ni murmurio
en toda la ribera, es un mar de mercurio
que a veces hunde el borde. arrastra, los pedrisco5
y de un golpe se quiebra en los aguaos riscos
afelpados de musgo. Hace el gris que se liguen
los confines del agua cpn los del cielo. Siguen
mis pupilas la ruta de unas aves, v pienso
como, cual ellas, mi alma, sobre el abismo inmenso,
se ha cernido buscando los efluvios de ideas
que suben de las altas y las bajas mareas ....


La vez postrer, quería una frase de aliento
de tus olas, ioh mar! y sólo el frío viento
me respondió. ¿Te acuerdas? La sombra vespertina
obscurecía el fondo de tu agua cristalina,
y algo extraño bajaba con las tintas inciertas,
algo como ilusiones, que con las alas yertas
de tanto levantarse y azotar las combadas
alturas silenciosas, cayeran desmayadas

Había alma en el aire. Y tú que te esparcías
ligero, bullicioso, y que riendo ponías
en la sien de la ola una chispa de idea,
callaste ante la noche, callaste, y tu marea
-así como el romano gladiador que, vencido,
rodaba por la arena, y luego, enardecido,
descubría su pecho, Sus mórbidos relieves,
y esperaba en silencio los pavores aleves
de la muerte cercana,- así, muda y bravía,
tu marea sus pliegues, sus músculos henchía,
y en su avance postrero, en la Última bravura
del agua reluciente, bajo la noche obscura
quedó como quedaba, sin soltar un gemido,
en la ruda palestra, el gladiador caído!
Al mirarte postrado, no insistí en mi plegaria
a tu fuerza creadora, y en una solitaria
peña gris de la orilla, con la frente en las manos
me sumí en un abismo de dolores arcanos.

¿Cùanto tiempo ha corrido?. No lo sè. Hoy mi acento
ignora las pueriles tristezas y el lamento;
hoy respiro el aroma de la luz, hoy me ligo
a todo lo que sueña y se levanta, y sigo
en el vértigo eterno, la vida de las cosas,
ardiendo con los astros, muriendo con las rosas:
Pero a veces la senda es tan obscura ¿Dondè
el lejano destello que nos guía se esconde?
¿A qué volver los ojos? Tras lo azul que describe
su línea de horizonte ¿qué palpita? ¿qué vive?
Yo amè desde muy niño tus aguas verdes lilas
con las que tu grandeza besaba mis pupiIas;
amé tus voces muertas en estos peñascales,
que oía yo en las leves arenas musicales,
cuando en altas cascadas las vertía en mis manos
al soplo de la brisa, y desde esos lejanos
instantes de mi vida, siempre hollé tu ribera
cuando quise en mis dudas un aliento cualquiera.
No seas como hoy antes:Habla,responde,dime
*cómo a la vida obscura se la exalta y redime!

Calla el mar,¿sueña o duerme? Su inmensidad apenas
se arruga y desarruga; húmedas las arenas,
al pisarlas no crujen; cerca de mí se atreve
a triscar una onda,y su vellón de nieve
blanquea entre los riscos.... Miro, al confín, la curva
de las aguas tranquilas; va, ligera, una turba
.de nubarrones grises, y, al ras del mar, el viento,
-haciendo en la neblina fugaz desgarramiento,
traza una leve y larga línea azul .... Continúa
descendiendo la fina, temblorosa garúa.


















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