Luego del ojo,
eròtico,
borde de locura que ella
apuntando con sus armas
me obligó a que la llevara.
DIFUSÌÒN DE TEXTOS DE POETAS CHILENOS DE TODOS LOS TIEMPOS, A CARGO DEL POETA RODRIGO VERDUGO.
Luego del ojo,
eròtico,
borde de locura que ella
apuntando con sus armas
me obligó a que la llevara.
El dolor permanece
se sienta junto a la cama
y de vez en cuando nos guiña un ojo.
El dolor nos susurra una canción
se desnuda lentamente y
yace largas horas sobre nuestro pecho
se queda allí
tatuando su presencia.
Camina por la cuerda sin fin
ni red que la sostenga
abismo inhabitual
el respetable se encoge de hombros
sin poder llevarse las manos a
los ojos
las manos atadas a la espalda
le impiden moverse.
Continuamente volvíamos a las andadas.
Comprábamos
un ramo de estaciones
y una que otra palabra de otoño,
y nos íbamos al cementerio
a vestir las tumbas
con ligeras limosnas de recuerdos.
Seducido por la luna el niño sin temor
de las sombras
recorre el largo corredor.
Ahora inútilmente buscas razones.
El nombre de la noche es una ausencia
si supieras no seria ese niño.
Si, enséñame como a San Francisco
a hacer amistad con el dolor.
En la orilla milimètrica de la nada
que separa el mar del cielo,
te encontramos.
1. Veo letras sobre hojas dobladas.
Lapices dejando testimonios imborrables.
Frutos agusanados. Monstruos con colas de cerdo
entrando y saliendo de las aulas.
El bosque ocultaba
el dios de los árboles
y la sonrisa amable de la luz
y su paciencia
no dejaba ver
sus raíces eternas.
Uno de mis errores
fue creer que todos éramos hermanos.
Existes como flor insólita
sin comienzos próximos o remotos.
Eres germen de mundo.
Grito no esbozado.
Palabra que los labios no articularon.
A pie va el sol
desnudo sobre el mar de manchas
hacia atrás su crimen mira sus túnicas
pierde el juicio de su culpa
y la tierra manumitida
sube al ras y se agolpa
ante la noche
en el aire pordiosero.
Me gustan las noches si son tempestuosas
con truenos y rayos, y viento que ruja
con ecos de llantos, con voces rabiosas
con algo del diablo, con algo de bruja.
Saber apenas distinguir
escombros en la noche
a la luz de una vela
que cede triste por
el angosto camino de la memoria.
Soy altivo
no acepto la tutela de los hombres
ni las leyes
vivo libre
sin bajar mi frente a nadie
ni a los hombres hechos reyes
pues ley tengo
la conciencia y como juez sólo a Dios
y obedezco
solamente al supremo con altivez de mi voz.
Soy altivo
como el águila salvaje de las nieves.
Las sombras del silencio
vinieron a mi alma
y expresaron gratitud
por el momento.
Y yo no era nada.
El silencio y sus sombras
la gratitud y el momento
no dijeron nada.
Nada era neblina
con sombras de silencio
y miradas.
Los sueños con su raíz en el tiempo,
¿como llevarlos siempre?.
¿como hacerlos tan sólidos
para sustraerlos del tiempo?.
El ocio,
es mi hipótesis de trabajo.
Rodeados por la quietud de la noche
caminábamos taciturnos
por las calles vacías.
Te sentía al lado mio
mas al mismo tiempo te ignoraba
me sentía al lado tuyo
y al instante me marchaba.
Me encerraba en pensamientos
caminaba...temblaba
reaccionaba de pronto
y a tu lado continuaba
para seguirte escuchando
sin yo musitar palabras.
Y asi la monotonía
se repetía, no variaba.
Caminamos, avanzamos,
sin llegar a nada,
solo a un gran silencio
lleno de palabras.
¿Donde te he visto
pensé mirándome al espejo?.
Felices los que lloran
porque recibirán consuelo
tu hermano esta muerto
y ha vuelto a la vida
estaba perdido
y ha sido encontrado.