domingo, 13 de enero de 2013

ALFREDO LAVERGNE/ POEMA A UN AMOR LARGO

No escuché nada
Porque ellos hablaban al mismo tiempo

Las hojas empujadas por la humareda
Arrastradas por la borrasca se quebraban
en las ventanas abiertas por el perseguidor
o por el fugitivo que escapó de la saliva uniformada.

Tenía fin
el agua de manzanilla en la taza sitiada
y los niños lanzaron las varillas de los neumáticos
a las barricadas.

Hubo que elegir entre alas
y ese soplo que es la palabra
No había espacio Nada Sólo ser nombrados
por aviones que cortaban las nubes
y con el tiempo
al pie condenado a buscar el cuerpo
o a perdernos del tronco entre tantos Chile.

No escuchamos y ellos tampoco

Un poco más arriba
algunos se declararon diferentes contrarios
y dejaron que les timbraran la resignación al olvido.
Abandonarían las fechas de los periódicos
y las fotos que colgamos en los parques del mundo.

Cuando dijiste casa
cada vez que cerraban una carta
cada vez que miraban los titulares
cada vez que se sentaban al noticiario
cada vez que descolgaron el teléfono
cada vez que teclearon en conection
optaron por intentar penetrar sus lenguas
por debajo de los portones de los siempre bunkers.

Amargos huemules
en las curvas de sus hombros
dejaron pintarse
el galardón de la etapa que no existieron.

Los aviones atravesaban los pechos
y tú también. OH Chile
más de dos tipos de mirada acechaban.
El silencio y el secreto
mordían la cola de los colaboradores
Se escondían en el barrio En nuestras casas
En los trabajos y en los errores de las arpilleras.

Así familiarizaron en la enredadera
Desmigaron la carne de la loica
Compraron al imitador del vuelo
y soplaron la Flauta de Buenos Antes.

Así cayó el miedo a la jaula vacía
y encerraron la poesía en campanarios.

En esos días de sótanos y descompañeros
palpamos la brújula del horario
y reconocimos que no supimos leer saltos ajenos.

El viento era la palabra para el que no tenía nada.

Tus ciudades nos hablaban
para que llenáramos salas
o cuando comprábamos estampillas.

No sé cuantas aves existen pero eso no vuela.

Tú esperabas y ellos actuaban
como si nuestra poesía no supiera escribir harina.
Hubo que aprender a decir pan.

Escucha porque deseo contarte lo que es el silencio
Tú sabes que es justicia porque lo recuerda la calle

Nosotros íbamos al monte a escribir cordillera
Comparábamos la uva con la distancia
Cantábamos buscando la historia del aire ancestral.

Dije que ese chiflón era la palabra que no nos pertenecía.

En el invernadero
declaramos que te queríamos
como amamos el olor a isla que nos identifica
y la rosa en el tallo.
Porque estamos rodeados de silencio
hubo que hacer la diferencia entre progreso
columnas hileras filas líneas cuerdas correas
cadenas y caravanas.

Existió la muerte y el cortar vidas a tijeretazos.

De un secreto a otro acuerdo
Así te transformaron los que quemaron libros
y los que incendiaron nuestras postales
para encerrarnos en formularios.

En la humedad
los copihues eran oscuras estampas
y sabemos que pasó.

Existe una guerra entre países Chile que existen.

El silencio fue de paseo a la vena del encendedor
y al apagón de la facha del espantapájaros.

Hoy envío el fin del nuestro en verso
para que lo enfrentes a los tuyos.
Porque tejimos un abrigo con el frío
y un par de zapatos con viejos temblores.

Tú condenándome a repetir y yo repitiéndote.

Cuando las puertas no se abren
Las vigas crujen El colibrí zigzaguea
y besa los pétalos de otro desierto.

Los mapas son redondas proclamas
El fuego lengüetea en sus banderas
Los funcionarios presentan traducciones
El larga vistas se empaña
y en el ojo se diversifica el dolor.

Nos enteramos que existe el idioma de los lagartijas
y que pretenden terminar con los crines de caballo.

Pareciera que el corazón del viento no es repartir la palabra
y que el centro del caracol es trampa para cangrejos en flor.

Donde estamos resistimos contra la desinformación
y las Páginas Internacionales.

Aquí supimos que los derechos humanos se volvieron loco
y que los presos políticos recibieron la visita de la araña.

Algo les recuerda regar las flores
Algo los empuja a cortar los barrotes
Algo les enseña evitar la fina tela
que aún espejea el color de la sangre.

Mientras conversamos aparecen otros Chile.

El del respeto al Parlamento de Quilín de 1641
El de la Constitución de 1833
El de la Constitución de 1925 con el régimen presidencial
El de la República Unificada de 1927
El del 11 de septiembre de 1973
El de la Sociedad Anónima de Torturadores
El del auto perdón dictado por los militares en 1978
El del autóctono sin Presidente
El de la Constitución que ordenó Pinochet en 1980
El del comercialismo que mastica animales
El del reverencial que traga materias primas
El del afán de las Yeguas del Apocalipsis
El del plebiscito que dijo NO al dictador
El de las aletas nasales de Caucamán
El de los curvados toros del Opus Dei
El de los albergues de mujeres golpeadas
El de octubre de 1988 in London
El del gato policial de Heredia
El del territorio boliviano
El de la Mrs Bush visitando La Chascona
El país CODEPU
o el Chile sin muelle para La Esmeralda.

Si negamos esos países desaparece todo lo que esconden
Si escondemos el nuestro aparece todo lo que nos niega
El Chile de las casernas El de los silencios El exilio
y la borrasca que carraspea en platos nocturnos.

Una piedra nos dice que es la palabra que enseña.

Vengan a ver al Chile
desconstruido por el desprecio a la pobreza
y los tres gobiernos pasajeros del vitalicio
apuntados por la dignidad de los hechos ocurridos en el país.

Una nota oficial
ordena que la poesía debe ser igual a la moneda vigente.
En esta geografía
las colas de los saurios se mueven imitando a los reptiles
que hicieron las paces con insectos y rapaces.

Hay que exigir respeto a más de cuatro álamos.

Esta Avenue Principale
se parece al callejón del derrumbe
y por las noches
a los lagrimales de la resistencia encerrada.

Allá
En otro Chile En el páramo En el papel mecánico
encontraron Razones de Estado
y el viento afirma ser la palabra que se azota
en acantilados.

Protestemos
En esta ciudad podemos grabar a la altura del noroît
y en la corteza del terrible érable
algunos nombres que testimonian las Malas Juntas:

……………………Enrique Correa
…..y toda la Alianza Sonriente del neo Chile Pacificador.

…………………….Estamos bien
………………….En cualquier momento
nos sacamos una fotografía con la idea de retornar a tu tacto
…………….Al gran espacio que no olvida
…..Porque hay un Chile en que existen los que buscamos.

…….La denuncia se compone de cuerpos y cabezas.

Abandonaron la grasa de la poesía por figurismo
Autocensuraron por efímeras convergencias
Recrearon el trueque del Cosismo
Acomodaron los encuentros de escritores
y entre tantos olvidos…la belleza de la indignación.

De la diplomacia secreta
al secreto de los diplomáticos incrustados.

Aquí de Argentina a Montreal
Pablo Romero es el cónsul de la dictadura
Allá la amnistía que dirige asedios y ocultismos.

Días para instalar las ventanas
Años para pegar la historia quebrada
Hoy es el fin del viento contra el viento

En Québec se construyen raíces
Que absorban el agua Que afirmen la tierra
Que adhieran con ojos abiertos a la reflexión
y un poema largo
que denuncia el servilismo colaborador
de los militantes de la Región Extranjera.

1 comentario:

  1. Un gran poema ! pocas veces escrito en estos 40 años que cambiaron la forma de escribir en castellano... en un Chile planetario...

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