Conozco un caballo de bosque,
de lago y de rio;
un caballo que naciò de un relincho,
de un galope blanco
y de un tambor de cascos.
Conozco un caballo que pasta en el viento
y que lleva en la noche,
en la noche de caballos blancos
un jinete azul.
Yo he visto en el alba correr al caballo,
lo he visto saltar a la ùltima estrella
y he oìdo en el cielo su pulso anhelante.
Yo sè del caballo por la piel del aire
y lo veo a solas con su triunfo de crin.
Yo tengo un caballo para irme del dìa,
un caballo en el horizonte
que se va con todo
y corre por volcanes blancos,
corre por silencios,
corre con los àngeles.
Y yo cierro los ojos
dejando mis bridas
cuando escucho en la noche
los relinchos blancos.
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