lunes, 28 de enero de 2013

FELIPE SANCHEZ/ SOY

Nacì a los treinta y seis,
el dìa de la circunsisiòn
de Cristo...,

desde entonces,
circunciso, si
asì me llamo,

sin arquitectura camino,
fuertisimamente cercado.

GUILLERMO BOWN/ CAMINAR

Hay una doctrina
que no tiene palabras
una luz muy fina
una oraciòn macabra
que sòlo el viento
que sòlo el mar
entre algas
sal y sentimiento
nos dicen
como caminar.

ADELA DIB DE HALES/ N 7

Cabizbaja
va vacìa,
mujer triste
sin amor.
Harapienta,
hilachas
muestra al mundo.
¿Llueve?
¿Truena?
Ciega, sorda
enmudecida va.
Mujer muerta
por el camino irà,
ignorando que solitaria
cavò su tumba
y hacia ella va.

MARIA SOLEDAD PEREIRA BRIEBA/ EXILIO DE AMOR (FRAGMENTO)

Amarte, descubrirte en el silencio
romper abismos y quebradas,
buscar la noche escura.
Empapar nuestros cuerpos en
noctilucas
sentir que el agua
salina
nos junta o nos separa.
Abarcar la marea
con simiente de hombre que
tì eres.
Buscar la estrella o el meteroro
amarte, sòlo amarte
buscar nuestras mentes
en soledad oscura,
a pesar de estrellas nocturnas
en el cielo.
¿Podrè hablarte en la
humedad del tiempo?
¿Si llenaste tu cuerpo de corales?
y yo quedè abrupta,
esperanzada de los soles de dìa
y eclìpses de otras eras.

sábado, 26 de enero de 2013

FEDERICO GARCIA RIVAL/ SOLEDAD

Mi soledad es una mano helada.
Es una catedral de losa frìa
que circunda mis sienes.

Con muros de silencio,
vacìas cùpulas de quietud resonante.

Miro a travès de un cielo fijo
y en un estanque sideral quedan mis ojos.

Sòlo escucho el pulso ausente
en el apagado rumor de este silencio.

¡Què tensa luz se acerca del abismo
y me incendia con su llama frìa!
Hasta que se cierra el hielo de esta mano
y conmovida el almna queda de rodillas.

ELÌAS KRASNIANSKY/ PRESENTACIÒN

Mi nacimiento fue un error,
fue el coito loco escondido
en las manos sangrientas
de los profanadores
de mi descanso,
y ahora, yo no sè si morir
serà volver al reposo en la nada
o serà una estela fecunda u estèril
que dejarà mi materia
sobre la tierra.

LUIS GAONA/ BOSQUEJO EN GRIS MOJADO

Un caserio de trome
sobre la arena se esfuma.

Por los senos de la costa
turbios collares de lluvia,
van agrupando espejos
en las alforjas desnudas.

Trineos de vidrio bajan
desde las ramas oscuras.

En el pais de los barcos
crecen montañas de luna,
y en el ojal de las playas
ponen sus flores de espuma.

En el regazo del valle
reptan culebras de mùsica.

jueves, 24 de enero de 2013

ALBERTO MEZA/ QUEDE ALLI

El dìa se desvanecìa
                             cansado de luz
                       y yo quedè allì
como una mano muerta
y volvì a mi
                 trabajo
de inventar tu cuerpo
y a continuar
                    con las derrotas
del espejo
creyendo aùn en la piedad
                      de la esperanza
                            de verte
                                  hoy.

MARIO ORTIZ QUIROGA/ ESPERA

Hoy tu espera ha sido tensa,
interminable, tediosa, frustrante
al extremo que el reloj pasò ya
el atardecer del mediodia.

En el silencio de mi angustia
escucho el martillar de mi corazòn
que va machacando la ausencia de tu olvido.
Afuera hay niebla, y el frìo cala la noche.

Busco algo tuyo y encuentro el suave aroma
de tu esencia inquietante, que aùn perdura.
Hay calor en nuestra alcoba adormecida
y el fuego de la chimenea languidece.

JORGE MONALDI/ TAN LIVIANO

Un poema debe ser breve
tan suave y tan liviano
que su contenido leve
llene el hueco de la mano.

Liviano es el verso breve
largo el verso pierde vuelo
cae asì como la nieve
que densa devuelve el cielo.

GLORIA AGUIRRE/ NO APACIENTES LOS REBAÑOS CON TU PRISA (FRAGMENTO)

14

¡Còmo destruirte si tu hueso es mi hueso!
Me volverìa mar petrificado,
hueco negro en el cielo,
calcinado jardìn.

miércoles, 23 de enero de 2013

LUIS MOYA/ ESTACIÒN DE PASO (FRAGMENTO)

I

Sòlo la estaciòn de paso

en cada parte soporta
la vèrtebra trizada
y el ojo desnudado.
Van dando cabezazos
los espacios incoloros,
se juntan en un intercambio turbio
que no da y no recibe
los desmadejados pensamientos
las sensaciones con un orden,
sini màs bien cada silencio trae otro
y el aire se ahoga
y la luz desvanecida, a lo lejos, no llama.

FERNANDO HERNÀNDEZ JARA/ CONFRONTACIÒN DE LOS TIEMPOS

Se detiene el girar de la tierra...
en la confrontaciòn de los tiempos
se desintegra el Amor en himnos satànicos:
la ausencia de luz invade a los àrboles
y el cielo se cae lentamente
en la oscuridad del ocèano
mientras los peces con sus mensajes perturbados
no construiràn CATEDRALES.

sábado, 19 de enero de 2013

ROBERTO VERGARA O'RYAN/ EN EL UMBRAL

Ver surgir el anillo que anuda las sombras
y relumbra
es descubrir el bosque que cobija el fondo
en su eco silencioso;

en èl decaen las palabrasa
como secas hojarascas crepitando al fuego
que arde sin quemar,
atimbrando sus cuerpos ligeros
al son ausente del habla.

Abisal al centro naufraga en sì misma el alma
deambulando en la luz
fulgor de la hondonada
donde todo avanza a su ligar y presencia
antes que el verbo encubra
su fugaz distancia;

la hondonada inasible en todo encuentro
nos guarda,
a mitad del jardin
establece su estancia;
velados dispersan los rumbos
que las flores desposan
cuando en el silencio cuajan:

Allì me quedo apagando mis fuegos
en el sutil umbral
donde el tiempo en plenitud se estancia
y yo mismo derivo en la corriente
que de luz y sombra me traspasa.

GILBERTO LLANOS/ LO QUE VALE

Lo que vale
no es estar de rodillas en el templo,
sino vestir de negro.

Lo que vale
no es llorar a los muertos,
sino vestir de negro.

Lo que vale
no es el parto a destiempo,
sino vestir de negro.

Lo que vale
no es  morirse de negro,
sino vivir de negro.

MARIO MORA/ PEQUEÑA REBELIÒN

Debajo de la tierra
hay tambièn
legiones inmensas
de gusanos
para luchar con ellos
hueso a hueso.

ELSA FÈRNANDEZ ARTUCIO/ LA LLUVIA HACE LLORAR

El sonido de la lluvia
hace llorar
a los marineros
en los muelles
grises.

Quietas aguas
de plomo
los acarician.

No zarpan
los barcos.

Amores disueltos
como la lluvia
en la lluvia.

Como la lluvia
en la lluvia.

REYNALDO LACÀMARA/ EL PARPADO

El párpado es una pausa para mirar la noche
El párpado nos deja solos
             corta las distancias
             y somos irrealizables y oníricos
El párpado es una herida
              por donde los sueños gimen
A veces es un apequeña boca que habla colores
                                                             el párpado
El párpado es un pozo más inabarcable que el silencio
es la defensa del insecto que no entró
                          la insistente muerte golpeando sus
                                                                 puertas
El párpado a telón abierto
                          a escenario cotidiano
Bolsa que guarda lo adquirido
Imágenes quedan escondidas
                          vivientes en algún recuerdo
Y el párpado inmenso del universo
                          termina y empieza
                          cuando cierra sobre la piel
                          el pequeño párpado.

MARIO MARKUS/ LA NIEVE ME ENSEÑA

Un metro de nieve en la calle:
sólida traba.
Ahora brilla el sol:
era solamente
agua.
En Júpiter nosotros somos hielo
y el aire es hielo.
En Venus nosotros somos aire.
¿Qué somos dónde?
La nieve me enseña.

MARIA LEÒN BASCUR/ SOBERBIA

Un millar de sabandijas habita mis caderas
toman sol
           practican la lujuria
                               se arrojan flores a los ojos
y se obstinan
En alcanzar el predominio de mi sangre

Todavía
me parece mentira tanta perversidad

Si supieras
                        cuánto frío se apodera de mí leche
cuántos muertos emergen de mi silo
cuánta noche levanto en mi lamento
Y no lloro
               sólo por conservar la tradición
                                                    de mi soberbia.

LUIS ERNESTO CÀRCAMO/ Y TE QUEDAS DESNUDA E ILUMINADA

Estàs ahì puertas abiertas sobre una plataforma roja
te abren la espalda                         te sacan el rostro
en medio de esta llovizna / te rodean càmaras
bajo el efecto de luminarias & semàforos
                           allì, te montan
entre hèroes de tv, libretos, luces amarillas:
un espectàculo magistral
                                    del cual sòlo huyen los pàjaros

una coreografia a colores, quizàs una zona riesgosa
alli penetran tu memoria             un flash fotogràfico
para registrar ese cuerpo           que comienza a borrarse
                                                 en silencio
                          allì, te montan
y te quedas desnuda     e iluminada
en este escenario de tablas:       

viernes, 18 de enero de 2013

ELIANA ALBALA/ RIO DE CIELO

Entonces,
por aquèllos que somos
de la calle y del tiempo

cuando en el aire vuela
la distancia del ala,
viene la lluvia y cae
como un rio de asombro.

Amo la prolongada gota
de este rio que llueve
desde un cielo a la tarde.

Amo el agua que emerge, repetida
desde donde se ignora,
mientras por ella se alza
la calle al universo.

jueves, 17 de enero de 2013

HANS SCHUSTER/ ELLA MIRABA PARA PENSAR

Ella Miraba para Pensar

Y como tanto piensa en la mirada
mira como mira lo que piensa,
pero cuando El mar la mira
ella sòlo se licùa,
y casi, lo mira,
y casi, lo piensa,
y aunque suspira
en el suspiro que tenìa
ya no dice nada,
y se queda mirando pensativa
en còmo era antaño,
que miraba,
ahora que mira
y piensa en la mirada
que alguna vez tuvo
cuando miraba
que miraba.




GASTÒN VON DEM BUSSCHE/ LA CUENTA MUNDO

A Gabriela Mistral

¿Quìèn habla y canta con un canturreo
que me dice los pulsos?. Cuando veo,
està el rio en mis ojos. En mis venas
la sangre perseguida por la arena.
En mis manos, el grumo de la tierra, 
el fruto en cuya piel me toco, espejo
de mi piel y de mi cuerpo por adentro.

Los animales lamen en mi mano
con su lengua de madre y soy el hijo
al que con voz le digo
el mundo. Hoy ha crecido
y soy astuto y alto. Màs el viento
lento
que me traduce pulso adentro
es el mismo
con que me cuenta el mundo el canturreo
amoroso y monòtono,
prodigioso y sujeto
a otro pulso, otro acento
del que mano y voz, boca,
canto que habla
son indice y son fàbula.
Juego y cuento que nombran
mis primeras palabras
nombres que me abren cosas,
me hacen hombre.


 

miércoles, 16 de enero de 2013

HORACIO ELOY/CINE MINERVA

Minerva, protectora de las artes
y las ciencias,
San Pablo, apóstol y santo,
Chacabuco, batalla,
campo de concentración.

San Pablo con Chacabuco.

Francisca iba a la vermut
todos los sábados,
Pablo también,
miradas furtivas cabalgaban
de uno a otro,
miradas cómplices,
ese asunto
de ojos y pelvis.

Ella vivía en Libertad, con sus padres,
él, con su abuela, en Cueto.

Ella estudiaba en el Liceo 1,
él en el Instituto Nacional.

Ella leía a Simone de Bauvoire,
él, a Jack Kerouac.

Se conocieron en la posta Chacabuco
a la vuelta del hospital San Juan de Dios.
Ella se había roto una pierna,
él se había partido la cabeza.

Se besaron mil veces en el Minerva.

Ella vive ahora en Rotterdam,
él, en el patio 29.

EDUARDO CORREA/ CRESCENDO:IN-CRESCENDO

Se llenó de espuma la escena,
las paredes horadadas por la metralla
dejaron escapar silbidos verdes
y nos quedamos tan ahí,
irreverentes, atentos a lo que venía.
Bar Paradise se fue desperezando en la noche,
un reggae saludaba alguna claridad
que alumbraba nuestras pupilas y los vasos.
Hermano, ese que va ahí es el Marley,
Mismísimo Bob, volado hasta los huesos.
Pasa sin vernos, porque nuestros cuerpos
no son más que los cadáveres de nuestros cuerpos,
aturdidos después de ese Apocalipsis
que ni siquiera reconocemos.
No hay premios, estrellitas doradas habrá,
mientras nos deshacemos en disculpas
en el centro mismo de este recinto
que no conduce a parte alguna.

ANDRÈS MORALES/ POR INSULAS EXTRAÑAS

Por ínsulas extrañas
una paloma descansa
sus huesos derramados.

Del hierro muerto nace
la piel desencajada;
del hierro, dientes huecos
acechan en la puerta.

Por siglos negra y seca
la sangre nos espera,
la reja demolida,
la casa negra y seca.

Del agua resbalando
la muerte nos señala,
nos hiere, nos enciende.

Por mármoles, ciudades,
el ojo no se cierra:
miramos los espejos.

Del sueño caminamos
al sueño bostezando
y en trenes y estaciones
perdemos la nostalgia.

Por huesos la paloma
levanta las tormentas,
por brazos las extiende:

Del círculo de fuego
llegamos al desierto,
vendimos las antorchas,
clavamos las campanas.

Por últimos caminos
se doblan los planetas:

Por ínsulas extrañas
descansan las palomas
mordiendo sus heridas.

Las águilas del odio.

JORGE DEL RIO/ HAMBRE TARDIO (FRAGMENTO)

4

Por eso estoy callado

Callàndome los huesos a la espera
de trompetas

Callada la mèdula que
deviene por los tallos

Callan los aprendizajes ante
la fragancia de las cepas

Estoy callado
en el borde del estruendo

Con la latitud resquebrajada
en sus inicios
y un costado durmiendo en la
estrechez de mi renuncia

Y ahì el alba

La verbena

El alba clara

El alba de las campanadas

abierto escenario itinerante

De cada hombre un texto

Y en cada texto mi alfarero

Mira las pozas que ofrece el invierno

Y el barro

El barro que asesina la visiòn
de los suelos

Mìra como comienza otra vez
la lucha

En el ùltimo  acto habrè de
incendiar mis latidos

Y me irè con el viento
donde allè me sepulte el
clara alba

Entonces
En la soledad obscura permanecere
desvestidamente en silencio

Y serè yo
Integramente mio por esa sola vez

Por eso

Callàndome a los eclipses

O callàndome a la disputa su
tono de antipoda frescura

O callando el glorioso càntico
de los curanderos del apogeo.

SERGIO GODOY / EL LOCO DE MI PUEBLO,

El loco de mi pueblo fue veterano el 73
Héroe natural de irreales y ficticias batallas;
le acechan, demonios de la noche;
transita a la locura, divaga sobre horrores,
profita incoherencias como sacadas de baúl antiguo.
El loco de mi pueblo
menciona nombres, fechas, lugares y silencios;
se pasea desnudo por las calles
donde extravió su nombre y la memoria,
como un pastor perdido.

SERGIO OLAVE/ LA VENTANA QUE BESA EL TIEMPO

Amor, mira como brotan y crecen
las flores sobre nuestra ventana;
Esa misma ventana donde contemplamos
nuestro cielo  imaginario, llenándolo de besos.
A menudo, las palabras caen como
Estrellas  nocturnas en mis versos
Sobre esta ventana, donde tú y yo
Formamos un cuadro en el universo.

FERNANDO MARTELL/ LA NOCHE

La noche- oscura y fría- llegó
hilando su red, sobre el mortal
inconcluso en su tarea sin fin.

Llegó la noche, amigos,
cae derretida desde los tejados,
se mete debajo de las piedras
y en los párpados de las aves
vagabundas.

Se cuelga de los alambres
telefónicos,
se mete en el agua donde la mujer
lava ropa ajena,
y a mí, me mira desde todas partes,
por puertas y ventanas,
de este cuarto de hospital.

SOFANOR TOBAR/ YO SOY

Mi padre fue rancagüino
de allá de La Rinconada,
La Rinconada e Los Andes,
para mejor ubicarla.
Mi madre fue coquimbana,
nació allá en El Peñón,
al borde del Río Grande,
mirando onde nace el Sol.

Juntaron sus ilusiones,
en las duras salitreras.
¡Donde las ansias se agrandan!
y se queman sus quimeras
Tarapacá fue nido...
y llegamos por goteras
¡Trece fuimos en total!
¡Cuatro cruzamos la meta!

Yo soy viento que ruge
allá en el Tamarugal,
También soy piedra caliza,
también soy sal de salar.
Viajo con las ventoleras...
¡Qué van barriendo mi pampa!
pues soy tierra que recoge
y despeña en las quebradas.

Yo soy la flor del cardón.
que sólo pueden mirarla,
se clavarían muy hondo
si pretendieran cortarla.
Soy el fruto del pimiento,
el que solitario canta.
¡Soy como el caliche en bruto,
que cubrió de oro mi Patria!

A veces yo soy plegaria
¡Perdida en los cementerios!
o llanto de viuda o niño
o sólo el ladrar de un perro.
Soy el lisiado que avanza,
guiado por sus misterios.
¡El que no murió en la pampa!
ni se perdió por los cerros.

Soy piedra suelta perdida,
donde no pasa el sendero,
y a veces de pensar tanto,
me voy transformando en cerro.
Soy pampa que no han hollado.
¡Ni siquiera los mineros!
Soy el piar del pollollo
cuando abandona su huevo.

Soy el Sol por lo indomable
y la Luna por lo bueno,
de tanto ceder terreno,
estrella por lo pequeño.
Yo soy el soplo de vida,
cuando despierta la pampa
y soy el dejo cansado,
de la noche cuando avanza.

Soy el dolor y la carne.
¡Soy el grito dolorido
que se perdió en el desierto,
ese que nunca fue oído!
Yo soy lágrima furtiva,
motivo de incomprensión;

¡Soy el consuelo del roto
que solo se consoló!

¡Yo soy dolor retenido!
¡grito que no salió!
 Soy agonía pampina
¡Protesta que se atascó!
Soy seguidor como Puna,
y tranquilo como ella,
porque sigo al traicionero,
tranquilo y sin dejas huellas.

Soy la costra que gotea,
cuando ya se asoma el alba;
Soy la gota temerosa
que dejó la Camanchaca.
Soy el brillar de los cuarzos,
en las vetas escarpadas;
Soy tronco de cardón viejo,
desafiando las heladas.

Soy duna, de la engañosa,
la que tupido viaja;
p’al que la pisa una vez
¡no vuelva nunca a pisarla!
Perdido por los desiertos,
yo soy el ojo de mar,
al que el viento y los siglos,
los convirtió en gran salar.

Yo soy el rastro de mula,
que fue marcado sufriendo,
aunque el tiempo lo borró
su esfuerzo sigue viviendo.
Yo soy el ripio reseco,
que quedó mirando al cielo,
conversando sin hablar,
en su idioma con el tiempo.

Yo soy calichera vieja,
que se quedó abandonada,
ansiosa de barreta y pala
de mulas y madrugadas.
Yo soy el alma que vaga,
de los que allá se quedaron,
y el alma de los que viven
y a su tierra la olvidaron.

Yo pertenezco a ese mundo,
se llama... ¡Tamarugal!
Puede ser una montaña,
o tal vez ojo de mar;
Quizás una ventolera,
piedra suelta o un salar,
Puna traidora y dañina
o quebrada p’a sombrear.

¡Yo nací en el Norte Grande!
¡Allá en el Tamarugal!.














GUILLERMO ROSS-MURRAY/ NEVENKA

Después de la muerte,
nada más indócil que tus ojos
-dos legiones de flechas y de rosas-
demasiado irrefutables
para que aniquilados sean
por ese rapaz, imprevisible olvido.

PATRICIA CARUTI AMPUERO/ MEMORIA DE LA LLUVIA

La lluvia nuevamente
la lluvia frenética agitando su campana feroz
sobre el huno, entre los rododendros y las almas.

La lluvia clama, late, entre los recovecos
del poblado que aguarda
una mengua confortante.

Las horas pasan una a una
anudadas al tiempo del recuerdo
y es instante de compartir la sopa
para masticar cucharada a cucharada la nostalgia.

La lluvia insiste
y la sopa no alimenta
dentro de la piel que está prestada
ni un sonido, sólo la lluvia enfurecida
y las bocas
paladeando la saudade.

NELLY CID/ PIEDRA

Ayer fuiste montaña, cumbre, rompe vientos,
imperio petrificado, visión lunar,
predio de lluvias y tormenta
precipitado cielo, nube, sonido.

Palpitaste en las entrañas de la tierra,
fuiste colmena de sostén y truenos
el eco de la voz que crece en el espacio,
el destino del viento en vendavales.

El cielo que conmueve los glaciares
te dio existencia propia
urgida e apariciones y cristales
sola y menguada fuiste deslizándote.

Y serás piedra y luego polvo
porque todo perece y se disgrega,
aún tienes la certeza de tu cuerpo
y paulatinamente serás húmeda arena.

RONNIE MUÑOZ MARTINEAUX/ MENSAJE Y BRINDIS

Nuestra sangre, nuestro vino
como gaviota morada,
llegarà sobre el viento de Pacìfico,
a la gran tierra cubana.

El vino que brindò Manuel Rodriguez,
el que en las claras noches de la patria
trazò en las venas relàmpagos violetas,
crepitarà como un potro
en los labios del guajiro.

Seràn las alas de la uva,
como palomas doradas
estallando en mil lagares
en tierra del Che Guevara.

Entonces,
Rancagua serà una manta generosa,
beberemos por Martì y por Balmaceda
y las copas seràn manos abiertas
sembrando nuestro canto de alegria.

El vino, como un trozo de sol
brincando en las botellas,
topacio de ilusiones y de sueños
serà un definitivo telegrama.

Brindaremos por Macedo y Recabarren,
siempre juntos Chile y Cuba,
vino-sangre, tierra y ron
miraremos la ebriedad de las estrellas.

Le daremos al mar justo destino
a la sangre su clara perspectiva;
La Cueva y el Son, como una hoguera
encenderàn praderas solidarias.

Porque Chile ha despertado a su destino,
y el pueblo se ha hecho dueño de la aurora
en una primavera que bendicen
las uvas de Doñihue y de Rancagua.

¡Patria o muerte! Diremos a la historia,
vino dulce, viajero florecido
que ha de llegar cantando hasta tus playas,
hermanando a Chilenos y Cubanos

II

BRINDIS

Claro vino, roja antorcha,
llevas a nuestros hermanos
trozos de viñas floridas
y copihues legendarios.

De las cobrizas laderas
de Rancagua hasta La Habana,
desde la patria del cobre
a la tierra de la caña.

Digamos salud con vino,
digamos ¡Salud Fidel!
Hoy nuestros pueblos se hermanan
y nuestros caldos estallan
en las bodegas cubanas.

Aqui en Chile, como en Cuba,
el pueblo por fin triunfò
ALCEMOS LA COPA AMERICANA
QUE EL HOMBRE NUEVO NACIO. 

ALEJANDRO LAVQUÈN/ SÒLO NADA

El hombre salió del Bar, buscó en sus bolsillos.
Encontró nada.
Caminó sin dirección alguna en su rostro,
titubeó al cruzar el puente que conducía
al silencio de su habitación,
se durmió cinco veces antes de fumarse
el amanecer,
levantó el auricular y quiso discar
un número que no encontró en su memoria.
Desconsolado, recorrió las calles
hasta vislumbrar la noche.
El hombre salió del Bar, buscó en sus bolsillos.
Encontró nada.

martes, 15 de enero de 2013

DINKO PAVLOV/ ABSOLUTO

Siempre,
y conste,
cuando digo siempre
no es todas las veces,
sino las que recuerda
mi limitada memoria
que rescata sólo esas
que sirven a mi argumento.

JOSÈ GRIMALDI/ EL OVEJERO DE MI TIERRA

No es el gaucho de la pampa
ni el cow-boy de la pradera
ni es el huaso, ni es el charo
el ovejero de mi tierra.

Es el símbolo viviente
del empuje y la paciencia
frente al viento que lo curte
y al silencio que lo aprieta.

Va clavado en su caballo
tranco a tranco, legua a legua,
con la voz guardada adentro
y la vista siempre alerta.

Ni usa típicos vestidos
ni le cuelgan pistoleras.
No le teme a las lloviznas
ni a los fríos que lo quemas.

Va tenaz tras de su “piño”
-mar de lana- por la senda.
Y a su mágico silbido
corre el perro de faena.


Yo lo he visto muchos días
empeñado en su tarea.
Y lo he visto muchas noches
contemplar a las estrellas.

Solitario y pensativo,
siempre tras de sus ovejas,
es un rey sin trono fijo
el ovejero de mi tierra.

JUAN MAGAL/ HORA CERO

Madre, bájame al milagro del parto                                                                            
para apagar esta luz que me hiere,                                                                               
esta galería de sombras donde habito                                                                              
y donde no encuentro sosiego.
Madre, regrésame al andén del vértigo y la espera.
Quiero ocultar estos dos cuchillos,                                                                              
bajo la almohada  de tus primero sueños                                                                         
y esconderme del ruido de tu sombra.
Madre, devuélveme al gemido de la industria nocturna,                                            
para que mis pasos no calcen en tus huellas.

PAVEL OYARZUN/ BIENVENIDA LA POESÌA DEL FUTURO

Bienvenida sea la poesía del futuro.
Esa poesía que reventará como una flor
en plena calle,
o como un cadáver después de varios días.
Bienvenida sea la poesía colgada de las nubes
y de los edificios.
La que soltará en este mundo su alma
de bestia carroñera.
La que olfateará a la muerte desde lejos.
La que llegará delgada y tenue
como las primeras lluvias del otoño,
y suave como los tejidos de las vísceras.
Bienvenido sea su ritmo de agua en caída libre,
o su sonido de artefacto eléctrico.
Pronto estará entre nosotros,
bendiciendo el acto sexual entre la especie,
o comiéndole los ojos a los muertos.
Hasta aquí llegará con su espíritu redentor
funcionando,
o con su instinto homicida adiestrado y carnívoro
como el que empuñan las tropas de asalto.
Bienvenida sea la poesía del futuro.
Bienvenidos sean sus actos de magia.
Sus contorsiones acrobáticas.
Sus caricias y besos de película.
Sus espectaculares suicidios
archivados en las páginas rojas de los periódicos.

Aquí, y en ninguna otra parte,
establecerá su reino,
su hacienda,
su recinto milagrero abierto al público

La verán caminar sobre las aguas.
La verán dormir en los parques.
La verán en las noches de luna
como suspendida de aquella luz fantástica.
La verán aullando y con espasmos,
tirada en el suelo.
Podrán verla haciendo latir las memorias,
o en cada herida cortante
que dejará el paso del olvido sobre los rostros.
Bienvenida sea, por fin, la poesía del futuro.
Ábranles las puertas y las ventanas,
las arterias,
los huesos,
los ojos,
y prepárense para lo que pueda ocurrir,
porque vendrá de todos modos,
así sea para velar por la paz de sus almas,
o bien,
para levantarles la tapa de los sesos.

SOLEDAD FOGLIA/ HIJA DE LA NIEVE

Soy hija de la nieve
aquí, al fin de todo he de vivir
esperando siempre por un rayo
que ha de fundir mi Ser
y aunque nadie lo contemple
me fundirá su ardor.
Entonces,
ya no seré nieve
más, recordarán todos
tanto nieve, que no podrán sentir
la tibieza de mis aguas.







ALEXIS ANDRADE DOBSON/ NOSTALGIA

Añoro de mi tierra los campos
libres de alambradas y patrones.
Añoro al indio que no conocí
corriendo por pampas escarchadas.
Añoro la huella del guanaco
señalando la ruta del hombre.
Añoro bosques bulliciosos
de aves cantoras y vientos huracanados.
Añoro los rios forjados en sus lechos
a fuerza de pasar y pasar las aguas.
Añoro la soledad bendita,
la tierra nevada.
No quiero calles asfaltadas.
Amo las sendas blandas, la tierra mojada
y caminos que se pierden bajo mis pies.
Añoro la nostalgia sentado en sillón
californiano, made in Hong-Kong.

MARIA BARGETTO/ TIEMPOS ESCOGIDOS

Sobre mi cabeza navegan
las sepientes del invierno.
Una mancha de escarcha ha descendido
por las laderas de los vidrios.
Los tùneles de la noche sucumben
bajo el peso infinito
de los grandes silencios.
Y en este lugar del mundo
el mismo viento se ha llevado
la ùltima hoja
y la eterna rotativa de la noche
muele granizo en las pupilas
deslumbradas de los muertos.

Y yo debo aprender a permanecer
inmòvil
en medio de estos hombres
que mendigan
bajo las cùpilas de las mezquitas yertas.
Esperando que regrese el Tiempo
¡Ah, las nocturnas estaciones
del tiempo!
a levantar cenizas
en las ruinas de los templos.
Los cuervos duermen
sobre sus alas azules...
En los cuartos se tejen
sandalias de lumbre...
¡ Y yo tiemblo
por los grandes àrboles
que se han desnudado
para purificar al mundo
en las estrellas.

ROSA DE AMARANTE/ EXTRAÑA LOCURA

Una extraña locura
en mi cuerpo retoza;
una extraña locura
hecha hieles y rosas;
una dulce tortura
que es claror de la noche
y negrura en el alba,
que es elixir que mata
y veneno que salva...



!Una extraña locura
que es manojo de rosas
que perfuman mi alma
y mi cuerpo lastima
con espinas traidoras!



!Oh, la extraña locura
de querer, de querer
aquello que no puede
y que no debe ser!



!Oh, extraña locura
que me embargas,
quien pudiera clavarte
en mis extrañas,
quien pudiera arrancarte
de mi alma!

SILVESTRE FUGELLIE/ LLUVIA EN LA CASONA

Acaeció en una tarde fría
de algún lejano otoño.
Del tejado, las láminas cincadas
deslizaban en hileras corrugadas
sus hilillos transparentes
por canaletas y cumbreras.
En la faz del cielorraso
asomaban algunas débiles goteras
que rozaban las paredes lúbricas
y marcaban en el rugoso empapelado
varias grietas zigzagueantes
de su agua nominal, de su vieja agua.
En el liviano y rápido escurrir
las precipitaciones exteriores
formaban goterones por canales
y atanores, y en algún tramo afluente
sonaba su música líquida y antigua.
Tras la celosía, el cielo oscuro,
de fino y plúmbeo sayal,
pespuntaba sus aceradas agujas
como si cocieran la húmeda vereda.
Briosos golpes asestaba el chaparrón
sobre las ventanas vítreas
y en la puerta heráldica maciza.

Y sólo era lluvia intempestiva,
pasajera y condensada,
que tañía su arpa etérea
sobre la techedumbre de hojalata
y que calaba, fuera y dentro,
el triste corazón de la casona.

JUVENAL AYALA/ SITUACIÓN ACTUAL

De pronto, las estrellas,
La ardentía son miles de ellas
Sobre un pozo negro interminable.

"Tira tela hueón,
si lo poeta no conduce
a nada"

la pesca súbese a golpe de fuerza
y al viejo de mi taita
se le sale la voz por los brazos.

"Agarra la red hueón"

Y tomo el moño, trozos, la negra
Calina de malla y reineta
Que va cayéndonos encima como
Una lluvia insoportable.

Pero no importa, en tierra-casa,
Atiborrada de versos y ganas,
Seguirán sacándose cresta y media
Las manos, pero asidas a un negro bic.

Aunque mientras tanto:

"Agarra tela hueón."

CARLOS MELLADO/ RECONSTITUCIÒN

Un tanto como viudo de las cosas
y de ti,
entro al modesto cine de las viejas películas,
a tientas a la silla, entre penumbras,
respiraciones y movimientos de búsqueda,
envoltorios de dulces.

Como antes,
soy el hombre que ha bebido un vaso de vino
antes de entrar a un cine
rastreando en la pantalla la huella de tus ojos
y buscando en la oscuridad
la tibieza que fuiste.

INGRID HUET/ DE NOCHE

De noche
tendida en los relámpagos

aguardo a mis fantasmas

Aquellos prohibidos desdoblados
de amor
que no se sacian
y escurren por mi cuerpo
con una sed antigua


Si los toco
y mis manos se vuelven de papel

estoy
en el fondo de un sueño
hermosamente lúcida

lunes, 14 de enero de 2013

BELINDA ZUBICUETA/ QUEHACER COTIDIANO

Traspaso una
puerta
dos candados
tres cerraduras
cuatro llaves
ya estoy
en una esquina del patio
y en la ternura del sol
abro un libro de mañana.

Sonriendo silabas
escalo una pausa
un instante
un recuerdo
levanto el quehacer cotidiano
de mis pàrpados
se agiganta el cielo
en olear de paisajes
encarno flor
hoja
en
mis manos
y un valle
en mi sexo.

LEONEL LIENLAF/ VOLVERÈ

Volveré a decir que estoy vivo
que estoy cantando
cerca de una vertiente
¡Vertiente de sangre!

Le preguntaré al sol de dónde viene y si pasan los años repetiré
lo mismo.

Vengo de las tierras de Alepue, diré
avanzo, avanzo
quiero llegar muy lejos
más allá del umbral de las estrellas.

LORENZO AYLLAPAN/ LA TAGUA

Ave del salado lago Budi, tocaya de la comunidad Trawatrawa,
gentes de la tagua, lugar de donde ellos vienen
Un cerro alto es su lugar,
Weychamó llamado de tiempo inmemorial
Donde cada dos vueltas de año
once comunidades se vuelven a juntar
en hermosas ceremonias sagradas.


Trawa trawa
Trawa trawa trawa


Aves de muchos hijos
Desde muy antiguo en el círculo ceremonial son conocidas,
a orillas del Océano Pacífico ayudan en la rogativa
Al pasar las gentes escuchan
un gran concierto de esa ave negra azul
Largo rato levantan su canto las taguas


Trawa trawa
Trawa trawa trawa

En el lago Budi y en Traytrayko - río Imperial
Tiene su casa esta hermosa ave de agua
Suave y blanda como una mujer
De carne siempre llena
Tanto se aprecia de verdad
Esta ave acariciable y hermosa


Trawa trawa
Trawa trawa trawa....

ENRIQUE PUENTES GIL/ HAN CORTADO UN ARBOL

Cerca de mi casa
han cortado un arbol,
no importa si fue
un hualle plateado,
el de los dihueñes
al paladar gratos,
un coigüe, un cipres,
un esbelto alamo,
o un aromo, abierto
como un relicario,
con sus gemas de oro
fino y perfumado.

Son todos, amigos
que hasta el camposanto
llevan con bondad
piadoso recado,
y cuando la luna,
cual suave sudario,
a los blancos nichos
lo vuelve mas palidos,
ha oido a los arboles
conversar muy bajo,
en lenguaje etereo
con buenos y malos,
para su tedio
librarlos un rato.

Cerca de mi casa
alguien mato un arbol,
con aquel sadismo
del criminal nato.
Es un templo menos
para que los pajaros
levanten al cielo
sus pristinos salmos,
es un martir mas,
otro condenado
por sembrar el bien,
por ser puro y santo.
Cristo y San Francisco
amaron el sandalo
y un zarzal dio rosas
gracias a sus manos.
Cuando muera ese hombre,
ese hombre antiarbol,
su alma empedernida
¡que va a hacerse tallo,
flor, que juguetee
del viento en sus brazos!
si nunca un alagrima
la ablando en su llanto,
ni de una sonrisa
la ilumino el rayo,
ni tremolo el trino
de un rapsoda alado;
alma empedernida,
quiza, si en un páramo
penará en los frios
ojos de un lagarto.

GLADYS ZAPATA RODRIGUEZ/ HERAT SOLO SED

Ella en su andar
visitan recuerdos,atrevida
sus genitales humedecen.
Piel canela regada de besos
el tacto de los dedos
como perlas acarician
ambos yacen en un hechizo.
preguntábanse.
¿Qué es aquello,sólo piel
o pasión viva?
¡placer o un imán de genes¡
HERAT,,,el piensa
como diosa transparente
brota su hermosura
en su desnudez,
como luna lumisosa coqueteando al sol
hasta quemar el alma
de pasión.
El preguntábase
¿que pasiones han de visitar nuestros cuerpos?
Con ilusiones heridas y hambrientas,como avecillas
sin semillas y als rotas.
Mientras cada noche
su aroma ausente
en la almohada.
OH HERAT
mientras el mundo gira
lloran sus penas,gozos,
alegrías agenos de ser.
Si supieras
las espinas que clavan
para lograr lo que son.
¿Hubo plenitud,
en la piel exitada?
o ¿solo sed de caricias
hambrientas de placer?
Acaso su amistad duerme
sedienta por oir su voz..
hambrientas
de soledad acompañada...Herat.
caminos diferentes
estan cerrados sin fronteras.
La lumbre yace apagada
sobre charcos de espinas,
al despertar
buscan desesperados
la razón de la sin razón
descubren no pertenecerse
habiendose pertenecido...
No se aman
habiendose amado...
viven habiendo vivido
cuestionando la fe
respiran la lujuria
como agua fresca
la sed de estrellas...
espera encontrar un amor
en la esquina del cielo
el tiempo ,sus pasiones
jamás borrará.

EMILIO ANTILEF/ ELTUME WOODS

Ese bosque
del paterno origen
de apellido mapuche
y de vista hacia el volcán

me invita a jugar

y en sus feroces elementos
me sumerge
en sus carruseles y sus rondas
donde el ayer y el hoy
bailan desnudos
sin estúpidos rencores familiares
y sin pudores
sin recuerdos de la palabra culpa

cuando se reconoce la pulpa de la tierra
que es un bocado de todos los sabores
que pueden quedarse en la lengua
que acaricia
los pliegues que se expanden en el bosque
como lo haría
ante una mujer que abre sus secretos
de madre
que es fecunda

y me convierte
en un sol muy pequeño y muy errante
que acaricia su contorno con follaje
de bosque
ahí en Eltume
y su espectáculo de plan ilimitado
de árboles que desafían cada cielo
y sus promesas nunca eternas

entre el perpetuo sentido del cambio
de nubes que desfilan para irse
y traer algo más que una esperanza
algo más que el sinfónico ensamble
de la materia con la que estamos fabricados
y el espíritu que sube
baja
trepa y grita
ama
pierde y gana
la vida que vale todas sus penurias
a cambio del goce y privilegio
de poder jugar en pleno bosque

a la hora
cuando los lobos y los huincas envidiosos
no están

TADEO ERRAZURIZ/ DESIERTO

Las estrellas son muchas,
todas parpadean.

Las horas tartamudas
caen,
caen sin riempo
sobre la campana
de tañido negro.

La oscuridad es eco inmenso
de paso incierto.

MARINA LATORRE/ LA INFINITA VIDA

Desde la cocina
de mi casa magallánica,
asimilábamos
pared por medio,
el sonido nocturno
de la lluvia,
la estruendosa
furia del viento,
el terciopelo de la nieve
como la primera lección
de música y existencia
física y natural.
Era el mundo exterior
penetrando nuestras almas,
vivíamos alertas
frente a una existencia ruda,
los árboles creciendo
horizontales.


Los techos de las casas
a veces se los volaba el viento,
la pequeña huerta familiar,
los sembrados,
luchando por sobrevivir
en hibernación completa.
En diciembre
la noche se trocaba en día
donde el aire vivo
emitía señales de poesía.
Lo externo que prepara
la infinita vida
de una historia de emociones,
el inicio del viaje
al inmenso mundo que existía
más allá de nuestro entorno.

JAIME SAAVEDRA JARPA/ ¿DONDE?

¿Dondè anclarà mi silencio
en un atardecer de espumas y de olas?

¿Dondè anclarà mi navìo, absorto y ciego,
anudado en un sueño de algas?

En un rìo de copas trizadas
que lanzan al aire su voz de cascada.

Quizàs me hayan visto pasar
en un extàsis de pleninulio
con el potro de tortura que llevo
sobre el hombro.

Camino bajo el cielo por las mismas calles,
y el viento da en la cara
y en los pies, escombros.

Voy hasta el viejo fondeadero
donde se mueren mis dìas,
donde duele mi silencio mudo,
las noches se alargan
y vagan mis presentimientos, letales y siniestros.

RENATO SERRANO/ NAUFRAGIO

Dentro de mi casa està lloviendo,
Truenos y rayos me persiguen de pieza en pieza,
el ventarròn me ciega, la nieve me congela.
A travès de los cristales se ve el azul del cielo
se ve radiante el sol,
niños persiguendo mariposas.
flores, flores, flores.
Arrecìa el huracàn dentro de mi casa,
el rio del baño comienza a desbordarse.
¡Què tormenta, què tormenta què tormenta!
Afuera està muy bello
se aman las parejas en el cèsped,
cantan pajarillos en las ramas de los àrboles,
niños, niños, niños.
Me muero de frìo dentro de mi casa
¡A la cama, a la cama, al ùltimo refugio!
El ciclòn frenètico lucha a muerte con el mar embravecido
y mi cama zozobra
y soy un naùfrago dentro de mi casa
y me ahogo, me ahogo, me ahogo,
afuera brilla el sol.



CESAR SOTO/ RETRATO HABLADO

-Diràn que naciò el dia que Dios habia muerto”.
Que ya en paz descansa el huèrfano de padre y madre
(Aquel loco que se creia Dios y no creia en Dios)
Porque al meterse a redentor viviò crucificado
En las Càrceles Pùblicas de la Repùblica de Chile.
Que en el Delirium Tremens de su pobre espiritu santo
Cantaba tangos en el Hospital Ramòn Barros Luco
-De Carlos Gardel y de Enrique Santos Discèpolo-
0 veia el Apocalipsis del Apostol San Juan en los siglos
De la historia de Amèrica y Africa y Asia y Europa ...
Diràn que odiò a Dios sobre todas las cosas de la vida
Porque no nos librò del mal de las Fuerzas Armadas
Y de la Iglesia Catòlica y 1os Partidos Comunistas
Y de los suicidios y homicidios en la lucha de clases
Por el derecho de propiedad de EE. UU. y la U. R.S.S.
Diràn que profetas y filosofos hablaron por su boca
En los Himnos a la Vanguardia Organizada del Pueblo
-Esas gotas de sangre en el Instituto Mèdico Legal-
Porque al saber que sòlo de pan vive la clase obrera
De la Poblaciòn Pablo de Rokha o Josè Maria Caro
Su reyno fue de Amèrica o Africa o Asia o Europa ...
Que perdonò sus gritos de guerra a flor de labios:
“Dadnos otros Jesucristos y crucificaremos al mundo ”.
Cuando se condenaron a muerte al venderlo a la C I A .
(En reuniones de Partidos y Misas de los Domingos)
Que fue un hijo de puta y de Dios y de los hombres
Y que muriò en su ley como poeta maldito o falso profeta.

ALFONSO MORA/ CEMENTERIO

Ni es cierto
que en los cementerios
hay silencio.

En el puerto,
ventanales al mar
bajo los cielos,
por las noches navegan
los fantasmas
de los pescadores muertos.

ALAN MUÑOZ/ METIDA A DENTRO

Sueño tu significado
y significas lo mismo
En el fondo, tù
Sin labios
Tù en el fondo.

RICARDO GOMÈZ LOPEZ/ LUCY

Lucy es la hermana mayor
Se fue a Buenos Aires y allá se quedó. En sueños
jugamos a que yo la visito
o que ella despacito por los Andes
para no despertar la nieve.
La Pampa es grande
y la cruzo dentro de una carta
allí me apersono
le cuento que mamá es 'más' abuela
[ella más tía en consecuencia]
que el Metro cruza en cruz el centro
y nadie se persigna
que los valses pa las cármenes
ni las cuecas del dieciocho
son lo mismo.

En este domingo de nostalgia
trato de escribirle líneas alentadoras
pero la alegría no resulta.

Tomo la guitarra y compongo una canción
en DOlor Mayor sostenido
y paseo nuestras risas por la infancia.
No es que esté solo
sólo que me siento
incompleto.
[perdona mi caligrafía ardorosa
al parecer el lápiz tiene fuego]

Escribe pronto y no vayas
a decir que tienes canas verdes
Manda un beso con el sol
dime que la lluvia no hace charcos en tu rostro
dime que volveremos a cantar y reír juntos
dime
por favor
que todavía y más
somos hermanos.

BERNARDO CHANDIA FICA/ OJO LUBRICO

Estoy seguro que en cada casa,
en cada una de estas cabañas,
un par de cabezas vela.

En la playa por la noche
hay olor a sàbanas y sexo,
sonidos de rasguños y gritos.

A esta hora
cuando la marea està alta,
en cada dormitorio alguèn llora
o se estremece,
todos vienen a eso a la playa.

Aunque por la mañana pongan
cara de inocencia
la brisa no lo borra todo.

FERNANDO VALENZUELA/ EL ASADO

Ese dìa compartimos el lenguaje
en rebalsantes vasos incansables
al diàlogo de loza y cuchillos.

Nadie observò la presencia del mantel
su bordada pàlidez que se escurria con el brindìs.
Era necesario comèrselo todo
apurar con fiereza las mandìbulas
untando el pan en el tiempo
desgarrando con presura el ùltimo trozo.

Las primeras cenizas barrìan el aire,
mañana otra vez seriamos pobres.

EDUARDO ANINAT VIALE- RIGO/ CONOZCO UN CABALLO

Conozco un caballo de bosque,
de lago y de rio;
un caballo que naciò de un relincho,
de un galope blanco
y de un tambor de cascos.
Conozco un caballo que pasta en el viento
y que lleva en la noche,
en la noche de caballos blancos
un jinete azul.

Yo he visto en el alba correr al caballo,
lo he visto saltar a la ùltima estrella
y he oìdo en el cielo su pulso anhelante.
Yo sè del caballo por la piel del aire
y lo veo a solas con su triunfo de crin.

Yo tengo un caballo para irme del dìa,
un caballo en el horizonte
que se va con todo
y corre por volcanes blancos,
corre por silencios,
corre con los àngeles.
Y yo cierro los ojos
dejando mis bridas
cuando escucho en la noche
los relinchos blancos.

CRISTIAN COTTET/ TODO COMIENZA MAÑANA

Todo comienza mañana: lo de hoy,
aquello que enterramos cuando niños,
el barco de papel, el beso tras la cortina de humo:
aunque no esté presente sino de ausencias,
con luz de neón y escarchas pegadas
en el techo,
hoy ha terminado alguna circunstancia que desposee
nombre, ubicación o espacio:
lástima, lástima que todo acabe de igual manera,
aquellos que dijeron lo inverso repetirán
que todo esto es un error: mañana,
quizás mañana seremos los mismos héroes de siempre:
llegaremos a casa para encender el televisor,
diremos entre dientes una mentira descarada...
pero es inútil,
de verdad, todo aquello que soñamos comienza mañana:
el penúltimo soplo de amor que se conozca,
el niño, ese ausente que apunta su fusil entre la selva,
el mismo y su arraigo envejecido:
entonces, mejor dejar para mañana estas caricias
ya que -digámoslo con franqueza-
pocas son las respuestas que nos restan en la boca.

Mañana será el día de la felicidad perdida.
Todo comienza, entonces, entre estertores somnolientos:
lo de hoy, lo escondido, el muerto animal, todo.

PEDRO VENEGAS IBIETA/ ODINA A LA VIDA N 3

Cuando digo Dios
(¡Soy invadido!)
Siemto que he dicho: Energia,
esa energia
(¡La ùnica!)
que acepta ser definida,
por cinco negaciones.
La primera:
Jamàs flota:
La segunda:
No se sostiene.
La tercera:
Nunca se posa.
Y la quinta:
No es contenida.
Osea, la vida.

ANTONIO WATTERSON/ NOCHE DE REGRESO

Suenan los relojes
cuando regreso a casa
los ojos se levantan
para desenvainar el alba,
el mùsculo bosteza
para ser nùmero en las calles.
Esto sucede cuando regreso a casa.
Mi bohemia termina
como el vino en la quebrada
este vampirezco dolor
empieza cuando regreso a casa.

MARCELO JARA/ LAS VENAS DAN AL MAR (FRAGMENTO)

Creo que una vena mìa palpitò
respòndeme
¡eres mia!

me perdi contigo
en otra parte
del maldito abecedario
que nos tirarà juntos
en un mismo sitio
cuando sea demasiado tarde
para armar silabas cansadas
de tanta ropa hùmeda
por eso me dibujo
rupestre en tus labios
donde ya no pasan
ni las onomatopeyas
y empezamos de nuevo
como los mudos
que se tocan
desde la prehistoria.

como un rio seco
nosotros no llegaremos al mar
hablando con un rumor de gotas que caen
tomo tu mano
que ya no es la orilla
que fuè para mì
cuando te quedabas inmòvil
en mi hombro
y sentia la gloria
de un hèroe de plaza
ahora un abrazo tuyo
coronas que se dejan a los pròceres
afuera la ciudad en que no estamos
suena la sirena
las parejas hacen un alto en el parque
las nubes se detienen
y los monumentos esperan el aguacero
pero ya nada se detiene en mì
ni siquiera tus ojos
llenos de estatuas
que se buscan en la lluvia.

JOEL MARAMBIO/ AFUERA...

Afuera, y sobre los tejados,
!còmo galopa la tarde
con su càntaro de làgrimas
y còmo sobre el lodo
se arrodillan las hojas!
Afuera està lloviendo
y aullan por la acera
mil perros invisibles
lamiendo las ventanas.
Afuera esta lloviendo
(una tarde llovia
ella estaba conmigo)
la soledad viene en puntillas
por el camino.
Esta lluvia que pesa
es como si a mis manos
tornara la caricia
de su cuerpo dormido,
es como si a mis labios
volviera la presencia
de su beso encendido.

Afuera està lloviendo...
(una tarde llovia...
se fuè por su camino)
la soledad viene en puntillas
por el recuerdo.

ASTRID FUGELLIE/ YO SOY EL NIÑO

Tenìa una crecida tendencia a modificar
la condiciòn de los àrboles.

Yo soy el niño.

Desde el sauce abierto
al fondo de la casa paterna
asustaba a los acròbatas invisibles
de la lluvia.

Yo soy el niño.

A mi padre le gustaba oìr mùsica en el pecho
de la tarde.
Solìa fabricar armònicas con los tùneles desgarrados
de la nieve.

Yo soy el niño

Mi madre contaba poemas en su sillòn infinito.
Su voz era de noche y de nube.
De ojo, de flor, de vientre.

Yo soy el niño.

Debajo de su fatiga, a un costado de su canto,
el llanto se me salìa con su pequeño mundo rojo.

Yo soy el niño

A esta eternidad llegaba, de tarde en tarde, mi tìo,
Fràgol y desnudo.
El sonido de su violìn me dejaba mucha pena.

Yo soy el niño.

Tres eran mis hermanos.
Entre sepulcros y estrellas se cosiàn nuestros juegos.
Nada era imposible en ese universo colgado a la rueda
de los pàjaros.

Yo soy el niño.

Un dìa se me cansò el cuerpo
y los pechos me crecieron en un concepto tràgico.
Le siguiò el primer amor, la faràndula, los reproches,
la buena cara al mal tiempo.
Los problemas del cerebro.

Yo soy el niño
muerto.

domingo, 13 de enero de 2013

BRUNO SERRANO/ TOESCA I

Toesca
No previó que la Moneda
Sería bombardeada
Se calcinarían las ventanas
Las puertas saldrían de sus goznes,
Los techos arderían como pasto seco

Ni una premonición siquiera
Cuando su primorosa pluma de ave
Dibujó los bocetos y los planos:

Sólo exigió en forma perentoria
Que la plomada cayera
Por la vertical perfecta

Más desde el reverso de los días
Las palomas de rapiña alzan el vuelo
Y descargan bombas de excrementos
Sobre sus blancos
Planos
De arquitectos.

MATIAS CARDAL/ DESPEDIDA PARA RAFAEL AMPUERO

Cuando Rafael Ampuero
empezò a morirse
en mitad del invierno
y las visceras se le llenaron de escarcha
y la boca de oscuro silencio
un pez de nieve
volaba sobre el agua
como un rayo vivo.
Habìa que ver como la sal filtraba
ese triste arco
de los huesos hondos
y còmo la xilografia de la sangre
era una bandera rota
en la espuma verde
de la lluvia.

Cuando Rafael Ampuero
repartìa su nocturno
corazòn isleño
bajo el cielo torturado de julio
toros furiosos
corneaban la isla de los lagartos.

Habia que oir la dentellada
terrible del averno
cerràndole los ojos al vino
cuando se fundaba
su muerte proletaria.

JAIME BARRIENTOS/ CACTOS DE SOL (FRAGMENTO)

VIII

Aves del fuego
que brotan de las flores de los cactos.
y que se duermen en los grandes vuelos
al compàs de las vacilaciones.

Que sòlo tienen alas para entrar en la muerte
en forma tan callada.

YOLANDA LAGOS GARAY/ IMPROMTU

Soy una antigua joven
amiga consecuente de la vida
y se escapa veloz cual gacela.
Y tu amor tan antiguo como el mio
se volviò lirio azul
tierno quebranto
que sòlo pudo interrumpir la muerte.
Si me encontraras de nuevo què dirìas
amoroso pìfano.
Què dirias se de nuevo tus manos me enlazaran
sola en la inmensidad de la penumbra.
Si regresaras a esta morada
y me vieras alejada del urbe
desatada en el tiempo
de pie frente a una momia
en el umbral del vacìo.
Y una melodia de amor convertida
en tristeza,
estoy segura que me llevarìas.

SAMUEL PANTOJA/ CANCÌÒN

Ya se fuè por el arroyo
lo que con tanto cuidado
quisimos que fuera eterno...

Bastò una sola caìda
para perderlo.

Què pena que nuestra vida
sea naufrago perpetuo.
Cuanto adoramos perece
ente las aguas del tiempo!

¿Ves como allà se lo llevan
en huida sin regreso?
Lo que con tanto cuidado
quisimos que fuera eterno!
Bastò una sola caìda,
una sola
para perderlo.

ANGEL PIZARRO/ BALADA DEL RANCO FELIZ

Sobre el Ranco feliz mi corazòn se queda.
En el manzano oirèis su voz
cuando la tempestad despierte ente las ramas.

Para siempre jàmas estoy atento,
despierto en el viento norte y en la lluvia,
en la montaña apretada de raìces,
en la nube abrazada a la cumbre como un anillo,
como una luz fantasmal
que aparerece y desaparece en el bosque.

Yo te recuerdo cada dìa
morada de hombres fuertes y dulces compañeras.
Mano abierta al viajero cargado de ciudades.

Yo te recuerdo montaña madre,
vertiente clara,
ulmo florecido,
roble tendido como un gigante
muerto en medio de mi infancia.

Con un oscuro deseo de llorar
pongo mi oido sobre la tierra:

Caballo Espejo, escucho tu galope enfurecido,
el chapoteo de los cascos
en las centenejas llenas de agua turbia.
Como una espada se hunde en mi corazòn
el grito de las gualas,
agònico como el de las tòrtolas en medio del invierno.

Copihue de umbrosa enramada,
a todo grito despierto las edades.
Desde el fondo del mundo trae el Ranco su canto poderoso.
En sus riberas mi corazòn se queda,
En el manzano oirèis su voz cuando florezca.

GABRIELA HUNEEUS/ VIAJE A LA LUZ (FRAGMENTO)

XXIV

Me abrazò la constelada noche.
Mi dolorosa juventud desfallecia ante el abismo de la soledad.
El perfume de mi encendida eosa se habìa desvanecido.
Entre aletargados senderos busquè en la boca del viento
el beso de un naùfrago amparado por la luz de un faro, y
desde la lejania un àspero mar sòlo me trajo el eco de la
desesperanza.

HEDDY NAVARRO/ ASOMBRO POR EL HIJO QUE VIENE

Y yo apenas
un síndrome pequeño
una ola
una fosa en el Pacífico
cordillera subterranea
cataclismo
Una galaxia que se expande
El quasar más brillante
Soy apenas
el hoyo negro que succiona
el universo

EDUARDO ROBLEDO/ ORION

A Oscar Aguilera


Siete años faltan para el dos mil
y Orión aún no despide
su lanza al infinito
en cambio los magos de esta debacle
cuentan los segundos
no para ver la luz que deja la lanza
sino para ver la sombra que deja la muerte.

ANTONIO KADIMA/ INTRODUCCIÓN A LOS DISCURSOS

Quisiera decir
a la honorable concurrencia
asistente a este acto solemne
que pueden sacarse el sombrero
el abrigo la corbata la camisa
pueden si lo desean
sacarse también los pantalones
los zapatos calcetines el reloj
y si creen necesario
se pueden sacar la cresta
a la entrada de la sala.

AMANTE ELEDÍN PARRAGUEZ/ PADRE

Esta lluvia Padre, te hace volver.
Vuelven todos los inviernos
Y los paraguas que abriste sobre tu sombrero
Y todos los sombreros sobre tu cabeza.
¿La sientes como martilla sobre mis oídos?
¿La ves acaso, como sus agujas
Clavan la tierra para llegar a sus raíces?

Esta lluvia Padre
Trae tu banca de madera sin pulir
Y tus herramientas de hacer escobas.
Esta lluvia te pone a contar historias
Junto al brasero de mi pieza pobre.
Pero tú,
¿Sientes la lluvia Padre, en tu país infinito?

ALFREDO LAVERGNE/ POEMA A UN AMOR LARGO

No escuché nada
Porque ellos hablaban al mismo tiempo

Las hojas empujadas por la humareda
Arrastradas por la borrasca se quebraban
en las ventanas abiertas por el perseguidor
o por el fugitivo que escapó de la saliva uniformada.

Tenía fin
el agua de manzanilla en la taza sitiada
y los niños lanzaron las varillas de los neumáticos
a las barricadas.

Hubo que elegir entre alas
y ese soplo que es la palabra
No había espacio Nada Sólo ser nombrados
por aviones que cortaban las nubes
y con el tiempo
al pie condenado a buscar el cuerpo
o a perdernos del tronco entre tantos Chile.

No escuchamos y ellos tampoco

Un poco más arriba
algunos se declararon diferentes contrarios
y dejaron que les timbraran la resignación al olvido.
Abandonarían las fechas de los periódicos
y las fotos que colgamos en los parques del mundo.

Cuando dijiste casa
cada vez que cerraban una carta
cada vez que miraban los titulares
cada vez que se sentaban al noticiario
cada vez que descolgaron el teléfono
cada vez que teclearon en conection
optaron por intentar penetrar sus lenguas
por debajo de los portones de los siempre bunkers.

Amargos huemules
en las curvas de sus hombros
dejaron pintarse
el galardón de la etapa que no existieron.

Los aviones atravesaban los pechos
y tú también. OH Chile
más de dos tipos de mirada acechaban.
El silencio y el secreto
mordían la cola de los colaboradores
Se escondían en el barrio En nuestras casas
En los trabajos y en los errores de las arpilleras.

Así familiarizaron en la enredadera
Desmigaron la carne de la loica
Compraron al imitador del vuelo
y soplaron la Flauta de Buenos Antes.

Así cayó el miedo a la jaula vacía
y encerraron la poesía en campanarios.

En esos días de sótanos y descompañeros
palpamos la brújula del horario
y reconocimos que no supimos leer saltos ajenos.

El viento era la palabra para el que no tenía nada.

Tus ciudades nos hablaban
para que llenáramos salas
o cuando comprábamos estampillas.

No sé cuantas aves existen pero eso no vuela.

Tú esperabas y ellos actuaban
como si nuestra poesía no supiera escribir harina.
Hubo que aprender a decir pan.

Escucha porque deseo contarte lo que es el silencio
Tú sabes que es justicia porque lo recuerda la calle

Nosotros íbamos al monte a escribir cordillera
Comparábamos la uva con la distancia
Cantábamos buscando la historia del aire ancestral.

Dije que ese chiflón era la palabra que no nos pertenecía.

En el invernadero
declaramos que te queríamos
como amamos el olor a isla que nos identifica
y la rosa en el tallo.
Porque estamos rodeados de silencio
hubo que hacer la diferencia entre progreso
columnas hileras filas líneas cuerdas correas
cadenas y caravanas.

Existió la muerte y el cortar vidas a tijeretazos.

De un secreto a otro acuerdo
Así te transformaron los que quemaron libros
y los que incendiaron nuestras postales
para encerrarnos en formularios.

En la humedad
los copihues eran oscuras estampas
y sabemos que pasó.

Existe una guerra entre países Chile que existen.

El silencio fue de paseo a la vena del encendedor
y al apagón de la facha del espantapájaros.

Hoy envío el fin del nuestro en verso
para que lo enfrentes a los tuyos.
Porque tejimos un abrigo con el frío
y un par de zapatos con viejos temblores.

Tú condenándome a repetir y yo repitiéndote.

Cuando las puertas no se abren
Las vigas crujen El colibrí zigzaguea
y besa los pétalos de otro desierto.

Los mapas son redondas proclamas
El fuego lengüetea en sus banderas
Los funcionarios presentan traducciones
El larga vistas se empaña
y en el ojo se diversifica el dolor.

Nos enteramos que existe el idioma de los lagartijas
y que pretenden terminar con los crines de caballo.

Pareciera que el corazón del viento no es repartir la palabra
y que el centro del caracol es trampa para cangrejos en flor.

Donde estamos resistimos contra la desinformación
y las Páginas Internacionales.

Aquí supimos que los derechos humanos se volvieron loco
y que los presos políticos recibieron la visita de la araña.

Algo les recuerda regar las flores
Algo los empuja a cortar los barrotes
Algo les enseña evitar la fina tela
que aún espejea el color de la sangre.

Mientras conversamos aparecen otros Chile.

El del respeto al Parlamento de Quilín de 1641
El de la Constitución de 1833
El de la Constitución de 1925 con el régimen presidencial
El de la República Unificada de 1927
El del 11 de septiembre de 1973
El de la Sociedad Anónima de Torturadores
El del auto perdón dictado por los militares en 1978
El del autóctono sin Presidente
El de la Constitución que ordenó Pinochet en 1980
El del comercialismo que mastica animales
El del reverencial que traga materias primas
El del afán de las Yeguas del Apocalipsis
El del plebiscito que dijo NO al dictador
El de las aletas nasales de Caucamán
El de los curvados toros del Opus Dei
El de los albergues de mujeres golpeadas
El de octubre de 1988 in London
El del gato policial de Heredia
El del territorio boliviano
El de la Mrs Bush visitando La Chascona
El país CODEPU
o el Chile sin muelle para La Esmeralda.

Si negamos esos países desaparece todo lo que esconden
Si escondemos el nuestro aparece todo lo que nos niega
El Chile de las casernas El de los silencios El exilio
y la borrasca que carraspea en platos nocturnos.

Una piedra nos dice que es la palabra que enseña.

Vengan a ver al Chile
desconstruido por el desprecio a la pobreza
y los tres gobiernos pasajeros del vitalicio
apuntados por la dignidad de los hechos ocurridos en el país.

Una nota oficial
ordena que la poesía debe ser igual a la moneda vigente.
En esta geografía
las colas de los saurios se mueven imitando a los reptiles
que hicieron las paces con insectos y rapaces.

Hay que exigir respeto a más de cuatro álamos.

Esta Avenue Principale
se parece al callejón del derrumbe
y por las noches
a los lagrimales de la resistencia encerrada.

Allá
En otro Chile En el páramo En el papel mecánico
encontraron Razones de Estado
y el viento afirma ser la palabra que se azota
en acantilados.

Protestemos
En esta ciudad podemos grabar a la altura del noroît
y en la corteza del terrible érable
algunos nombres que testimonian las Malas Juntas:

……………………Enrique Correa
…..y toda la Alianza Sonriente del neo Chile Pacificador.

…………………….Estamos bien
………………….En cualquier momento
nos sacamos una fotografía con la idea de retornar a tu tacto
…………….Al gran espacio que no olvida
…..Porque hay un Chile en que existen los que buscamos.

…….La denuncia se compone de cuerpos y cabezas.

Abandonaron la grasa de la poesía por figurismo
Autocensuraron por efímeras convergencias
Recrearon el trueque del Cosismo
Acomodaron los encuentros de escritores
y entre tantos olvidos…la belleza de la indignación.

De la diplomacia secreta
al secreto de los diplomáticos incrustados.

Aquí de Argentina a Montreal
Pablo Romero es el cónsul de la dictadura
Allá la amnistía que dirige asedios y ocultismos.

Días para instalar las ventanas
Años para pegar la historia quebrada
Hoy es el fin del viento contra el viento

En Québec se construyen raíces
Que absorban el agua Que afirmen la tierra
Que adhieran con ojos abiertos a la reflexión
y un poema largo
que denuncia el servilismo colaborador
de los militantes de la Región Extranjera.

ALFONSO FREIRE/ TERRITORIOS

Los territorios ya no existen
han sido ocupados
por pueblos que alzan sus banderas
más allá de la memoria.

Los territorios ya no existen
los ha sobrepasado una marcha lenta
que avanza con las manos amarradas
y sus ojos en el cielo

algunos jóvenes
a quienes acompañan sus abuelos
preparan un plan de ataque
para desarmar la desesperanza
encender las luces de la ciudad tomada
declarar así
un nuevo territorio

los territorios existen
y desde allí estamos enviando este comunicado.

ALEJANDRA ZARHI/ NO ES

Salgo al camino,
me encuentro perdida
desconozco todo...

Una luz impotente
invade mi cuerpo.

¿Quién es él?
No lleva como yo
una esperanza que se aleja.

No es el rayo fulminante
que lo traspasa todo.

BRUNO MONTANÈ/ LENGUA

Alguen que sòlo es una lengua seca
o un faro apagado.
El cuerpo distraìdo, la acciòn que da vuelta.
La mano sobre el hombro de un maniquì.
Un paso extraño, simplemente
La basura de otros sitios, la luz.
Mientras la voz deja de decir un mimètico
"cualquier cosa".
Cuando el brazo de la historieta se alarga
para salir del despacho donde quizàs se firme
tu legalidad.
Como una imagen de dobles sin dobles posibles.
Algo parecido a una taràntula manchada
de pintura azul corriendo sobre un trapo viejo.




GONZALO MUÑOZ/ EXIT (FRAGMENTO)

En los bajos fondos del puerto la orquesta arremete con sonidos
estridentes, son rockers entrecortados, ella canta ronca,
casi inmòvil,
casi afònica, impasible, pegada al micròfono, sudando,
lamièndose los labios, latigazos elèctricos, bombillas de colores
que se encienden y se apagan, furiosas contorsiones de sus acompañantes,
compases irreverentes, ella la flaca, cabello rojo,
se duerme cantando, los ojos entrecerrados, los dientes entreabiertos,
desplazàndose lateralmente como en un rito

"yo bailo borracha
canto coplas en alemàn
escribo papeles ordinarios"

tu sombra te persigue boca arriba y despuès boca abajo
¿Què haces ahora? ¿mortuoria? ¿no sabes tocarte?
pìntate los labios, pìntate las uñas, tìñete el pelo,
depìlate completo, làmete entero.



JOSÈ CHRISTIAN PAEZ/ AMANECER

Ya el viento viene a cubrir el amargado rostro de mi amor
nacido de la fragancia que han escondido los metálicos
sonidos de la maldad vivificada

pero este amor nacido nunca nació porque estuvo
desde antes de la vida

he venido a rasgar las piedras con este amor encadenado
por las distancias retardadas de la silvestría amorosa que
prometieron al comenzar el festejo

estas humedades que temblaron en algún rincón
aún se han quedado despiertas con el caer de la luz
sobre las venas torrenciales de mi amor
amor agigantado y durmiente que reclamaron
los más bellos destinos de los amontonados
en la salinidad de las esperas


así nació la piadosa mirada de la luz que robaron
aquella mañana maldita entre los doce candelabros
del amor.

ISABEL GÒMEZ/ LLAMADO DE SOMBRA

Antes, yo creía que mi sombra
era un río esfumado en el silencio,
un idioma triste
tumbado en las aguas de la lluvia.

¿Quién adivinará que fuiste
mi nombre en los ponientes?

Gritaremos que jamás tuvimos mundo
cuando la noche
empapaba de galega
nuestro secreto
y los peces fueron el sexo
de las aguas.

Entonces,
se evaporó el sol de mis rodillas
y supe que eras tú
quien clausuraba mi adiós
en las ventanas
mientras te ibas haciendo invisible
en mi conciencia
cuando la vida indicó tu sur
adolescente.

OSVALDO ULLOA/ El POETA NO PARTICIPA EN LA SOCIEDAD DE CONSUMO

Qué dirá la gente si no primavera esta noche
en la fiesta-velorio
y si encima bajo los niveles de la sonrisa
porque los muertos míos no resucitan ahora.
Qué pensarán los que sienten
que paso a paso paso la vida sin marcas
sin made in usa y sin whisky del bueno
bueno, qué pensarán los que no piensan?
Seguro que hablarán mal de mí
los que gritan sus angustias por los ojos
y silencian sus llantos con frases hechas
y ellos bla-bla-bla.
Quién sabe qué cosas terribles me adjudicarán
por tan sólo estar solo
culpa de él
se lo merecía
era algo que se veía venir.
Dirán dirán mientras morirán
de vida sin vida
y yo triste queriendo algo más
sabiendo que así como están las cosas es difícil.

EUGENIA SANHUEZA/ LOS HOMBRES

Me gustan los hombres cuando escriben
por ejemplo, poemas.
Poemas existenciales, agujas sin hilo, puntas romas.
Ponen ènfasis en ciertos àngulos
estrellas a punto de estallar,
que uno no capta
desde su pequeña silla de paja.

ERIC TRONCOSO/ PALMA AHUECADA

Madre,
dame pan.
He llorado y tengo hambre.
Llueve, madre
llueve largo,
y los trenes van mojados
hacia la muerte.

Hijo,
quiero pan
mira mi palma ahuecada,
mira a tu hermano que llora
sobre mis sienes.

Madre,
madre,
tengo frìo
calièntame con tu aliento.
Madre,
madre,
estoy temblando,
sòlo tu llanto calienta.

Entra, hermano
tù no has muerto,
prueba mi pan y mi palma,
prueba mi brazo salobre.
Duerme, hermano
Dios nos ama.

JORGE LONCÒN/ DUO

El pèndulo en nosotros
buscando
locamente
el punto de partida;
mi sangre hacia tu sangre
y la vida
nos estalla,
el tiempo se desploma
sobre el mundo,
se abre el infinito
y me protego en tu cintura.

FERNANDO J SALAS LOPEZ/ CRECEN LOS ÀRBOLES RAQUITICOS

Crecen los àrboles raquìticos sobre la sal,
brotan las sombras pàlidas bajo el sol,
duermen las piedras calcinadas ente la arena;
se va el dìa,
queda la noche,
todo sigue igual...nada se mueve,
sòlo un pequeño coyote deslizàndose ante mi
por ente las zarzas arenadas,
de la llanura sin verde.

Desierto...desierto...
Calor...frìo
Norte de Chile,
Canto sin fin.

MARIÒN CANALES/ AUSENCIA

Llueve
son tus ojos
cayendo a raudales
sobre los vidrios
de mi ventana
El sonido de la lluvia
es un llanto contenido
para este momento
Agua bendita y necesaria
como tu ausencia
Eres tan mìo
Cuando estàs lejos
Hàblame
Dèlame en este mundo
sewncillo
La magia de tu mirada
no la devela un beso
Mìrame
ya siento desplegar mis alas
y tengo miedo
No me dejes caer
en las sombras
Aparta este càliz
La luz de tus ojos
es el vientre de la muerte
pariendo esta agua
de silencio.

VILMA ORREGO/ ENREDADERAS

Sòlo tu voz temblando enredaderas,
sòlo mi piel estalla
resbalando pos los suelos.
Porque he sido llamada dos veces
al campanario donde se agotan los
tañidos
y ya no duermen mis venas en tus raìces.

MARTA HEVIA VIVANCO/ PASTORIL

Con su sayal oscuro
muy lentamente
pasò cerca de mì,
serenamente.

Recita una canciòn
màs que la canta,
lo hace para sì
mientras avanza.

Lleva su cayado
sobre sus hombros,
los pinos verdes
le dan su sombra.

Les cuenta sus penas
a sus ovejas en las canciones,
sus pocas alegrias
y sus hondas quejas.

Pasò junto a mi
cuando volvìa
de apacentar
el rìo de copos blancos.
El pastor navega
entre sus ovejas
y del piño blanquecino
lleva la cuenta.

De mañana les alumbra
el sol naciente
y de vuelta la luna
les da un brillo
muy tenuemente.

Pobre pastorcito
que nada tiene,
sòlo sus ovejas
que le entretienen.

ROSSANA BYRNE/ MANZANILLONES

El acontecer diario era fàcil y agradable. Las horas
transcurrian al sol jugando a los naipes y cuidando de
las azaleas. El ùnico problema era què hacer con la
hermosa prima que està ahì, muerta, desde ya varios
dias. Su no presencia es dulce y acompañativa. Se
preocupan de ponerle sombrero en las mañanas y chaleco
por las tardes, y sus dìas son relajados y tranquilos.

No hay ningùn deseo de llevàrsela o menos aùn de enterrarla.
Cuando la sientan a la mesa, a la hora del tè, hasta
parece sonreìrle a las galletas de avena, que tanto le
gustan. Al pasar en auto la ponen en el asiento de
atràs, mirando por la ventana y su gran belleza resalta
desde lejos, enmmarcada por el vidrio cerrado.
Parece ser que ùltimamente les es màs dificil moverla
de su sillòn favorito, pues sus hombros y cintura han
empezado a florecer con manzanillones blancos de centro gris.

sábado, 12 de enero de 2013

ALICIA SALINAS/ EN BLANCO Y NEGRO

Mi padre soñaba con el rostro de mi madre
en sus manos.
El retrato que cuelga en la pared de la casa
lo revela gentil y calmo.

Y a ella, tímida.
De cabellos ensortijados
que caen sobre los hombros.
Y en sus pupilas
una íntima luz que la embellece.

ÀLVARO RUIZ/ LLEVO LA HORA EN QUE LA TIERRA SE ABRE

Hay una poesía que viene volando desde lejos,
viene roída por el cansancio del día y de la noche
y desciende a la piedra y al polvo
y se sumerge y emerge
y atraviesa las caras y los dientes
y muere y nace.

Llevo la hora en que la tierra se abre
y el sol,
lejano,
dispara sus rayos,
los días van cayendo impregnados
por el aire y la arena,
tengo la cara volada
por el peso y el destello del mediodía,
voy cargando el silencio de la ciudad
y mis pies y mis pasos se extienden
recogiendo las uvas de toda la tierra.

ROBERTO MERINO/ PRIMER AMOR

De luces ciega, de ideas trasnochada,
la hipnosis de los círculos, la quimera del agua,
profusión de los árboles en atmósferas vagas,
cosas que amó, personas que la amaban.
Las noches se prendieron en su mente y la mía,
las bengalas lanzadas al paso de la vida
y devueltas al rumbo como estrellas quemadas.
Cuántas noches llegamos a encontrarnos de lejos
reflejados de amor en la ciudad vacía
y en los parques blanqueados de insomnes luminarias.
No quisiera saber de qué modo perdida
queda ahora de mí en íntima distancia
entre árboles ajenos e incomprensibles días
flotando en las orillas de la luz de su lámpara

ARTURO FONTAINE TALAVERA/ NEW YORK, 8

Don Álvaro
de Cabrera (―died in 1299‖)
y enterrado en el Monasterio de Santa María
de Bellpuig de las Avellanas, España,
duerme su último sueño sin saberlo
en Manhattan a la altura de la 200.
Llegó hasta aquí con la capilla románica
de Fuentidueña –―Fuentidueña Chapel, XII century‖–
una capilla gótica francesa y varios claustros
el de Cuxa, Bennefonte, Trie.
(―The bee does not miss a real flower"
-Salomón a Saba en un tapiz-)
Y se están encogiendo los santos de piedra
de sobria devoción, de antigua santidad,
mientras por el tiempo de una ojiva
se queda tu pelo un instante
como un sueño.
Y sube sagrado el canto gregoriano
―"pange lingua gloriosi", amor potest conqueri"–
y yo quise besarte
contra los nobles muros en el parque
–no fue posible, ya no estabas–.
Y desde la West Terrace sobre el Hudson
el George Washington Bridge
como un elástico.
Muerdo el aire recoleto, el agua,
Los Cloisters de la Rockefeller Foundation.
A los pies de una virgen románica
sobrellevando la tristeza de New York,
todo el dolor del tiempo humano,
―"Santa María ruega por nosotros".
Salgo de allí, me hundo en el metro;
su escupidera tibia, su labio por los rieles.






CARMEN GLORIA BERRIOS/ ME TRANSFORMO…

Me transformo
en la guinda marrasquino de tu helado
en la crema chantilly de tus pasteles
en el cristal azucarado de tu taza de café


yo me transformo

y la dieta te lo impide.

SERGIO BADILLA/ HOY ME DECLARO REY DE SNAELAND

Hoy me declaro rey de Snaeland
en la espesa bruma que ciega la bondad de los ojos
ante las piedras quietas que fueron arrancadas de su sitio
para ocultar la huella de los que se fueron en la tierra.
El trueno sonó repetidamente en la oquedad del silencio
rompió la humildad visible de todos los cristales
y los años se hicieron inciertos para aplacar la terquedad
de la memoria.
Muchos callan sus bocas o dan vuelta la espalda
desean recurrir a la lógica del recuerdo que se pierde,
a la solemnidad del buitre cuando alcanza las alturas,
pero que aún así, se nutre de horror en su rapacidad de ave.
Las playas siguen siendo arenales,
donde se esconde la vergüenza de los cuerpos sin rostro.
El oso avista una vez más, bestialmente a su presa
entre las rocas,
sin embargo, su zarpazo no tendrá la misma fuerza que antes.
Mi casa está todavía, me dicen, en la vecindad humilde
de las bajas lumbres,
donde se refleja el vértigo de la totalidad del universo,
en la intransparente oscuridad de los rincones.
Equivocado así pues, en la duda, seguiré siendo el extraño,
el ingenuo, el absurdo, el pendenciero.
Vuelvo entonces de un país con un nombre
que se queda asido con la prontitud de los labios,
siendo un desconocido paria.
Cuento historias, me escuchan los viejos,
otros relatan con magnitud, la relación de sus propias epopeyas,
y nos cansamos de escucharnos
hasta que explota, llena de luz, el alba en mi cerebro.
Alguien dice que los vientos aún arrastran la muerte
que el inclemente ya no pertenece a este antiguo vecindario:
Aún así, hoy me declaro rey de Snaeland,
del suelo que se mantiene verde todavía, a pesar de la tristeza,
cuando mis padres dejaron los ruegos y me hablaron con furia
para conocer de donde proviene tanto dolor inconsolado.
Fueron otros los que esquivaron la mirada a la intensidad
del fuego
y mis pasos torcieron súbitamente su rumbo, fiordo arriba,
con mis hijos, con Ture y sus hermanos
donde la soledad se esconde silenciosa detrás las estrellas.
Hoy me declaro rey de Snaeland.
Un relámpago invernal intenta arrebatarme la certeza de mí lengua.
Se desvirtúan los años en la raritud de otro suelo
y pienso que mis huesos se profanan,
se herrumbran en la perpetuidad del esqueleto
si la verdad no alcanza la utilidad de la modestia.
Entonces no hay más oficio que mirar la tierra desde abajo
para evitar la desesperación que trae la memoria en sus pendones.
Hoy me declaro convencido rey de Snaeland.
El mito no ha de quedar inconcluso en la apatía de este tiempo,
sin dejar huella evidente de la anterioridad de mis pasos,
porque sé, que algún fantasma perseguirá eternamente mis sueños.
Lloro quizás, al recordar las viejas desventuras,
y tropiezo, con minuciosa calma
cuando los trastos de mi nueva casa, se interpongan obstinados
en la lentitud de mis torpes pasos:
la oscuridad crece, silenciosa y desordenadamente en mis contornos,
aún así, exijo la dignidad que el vencedor debe al
derrotado.
No hay ceremonia, ni invitados,
No hay pajes, ni sirvientes:
sólo la dignidad del que regresa
hoy, cuando me declaro, finalmente, rey de Snaeland.

GUSTAVO BECERRA/ EL MENDIGO LITERARIO

Así como los muertos nos hablan de la muerte
y ningún muerto ni todos los muertos son la muerte,
y menos aún la eternidad, así también la pobreza”

Vicente Zito Lema


Evidente es la presencia de un Violín
amarilleando las callejuelas sin luz.
Sólo pienso en esas Treinta Mariposas
que en este instante sobrevuelan la Historia,
multiplicadas a veces, diezmadas, mojando el cielo,
amando planetas que luego abandonan.
Quedaste con pérdida parcial de movimientos
producto de un accidente de tránsito.
Cabellos grises, Edad indeterminada.
Recogido, sin nada que beber
morimos a Orillas del Mundo.
Otra vez la misma Silueta: una Casa
flota en la Niebla. Los árboles se desplazan
de un lugar a otro. El viento
lo llevas debajo del abrigo.

Eres una palabra que puedo escuchar.
Aunque no conozco su significado
huele a noche mal parida, a vino agrio.
Alguien te dibujó bajo la Línea de Pobreza.
Envejeciste, sin mediación y se trizaron
los cristales de tus lentes. Viejo,
¿verdad que viste Brillar sus Aluminios?
Sus azules, mi Dios, y la hambruna de sus blancos,
como si fueran dientes. Abrígame en su frío.
A ella la escribieron como Paloma de Plaza.
Las palabras que contenía ese Poema
eran tan hermosas que cuando se bañaba
desnuda, todo el Río se transformaba
en Liturgia. Cada mañana me cercioraba
que estuviera dentro del Texto,
usando con seriedad la libertad entregada.

Los zapatos del mendigo que hacen reír,
traen dentro de sí los pies del mendigo.
Curiosa constatación de la chaqueta
Raída: has bajado mucho de Peso y tienes
los dientes amarillos. -Viejo- le dije- ¿qué haces
aquí?- Si bien es cierto no requieres
autorización para entrar a mi poema tampoco
es bien visto que duermas en su suelo.
Padeces del mal de Diógenes
y llenas de basura este espacio cósmico.
Otros personajes Literarios corrieron
peor suerte. Admite que has bebido
demasiado y que te cuesta sostenerte en pie.
Esta noche seguirás juntando palos secos
para hacer fuego amenazando
con quemar la Casa del poema.

Tengo cierto dominio sobre el Texto
y puedo generar cambios atmosféricos.
Estoy en condiciones ventajosas
de aplacar cualquier intento de rebeldía
en virtud de las leyes del acto creativo
que hasta los más humildes / respetan.
(Los tiranos también sienten miedo
de ese único poder que exhiben los poetas).

Seamos proactivos. Podrías quedarte a dormir
en este portal de Iglesia que acabo de escribir,
pero los policías municipales te sacarán a golpes.
Sé que no te asustan esas cosas: has sufrido
mucho, por eso un nuevo sufrimiento,
no te hará mejor ni peor. En muchas ocasiones
has tenido una actitud similar: venir
sin que te llamen. Y como no encuentras
qué comer / empiezas a comerte mis versos.
En alguna oportunidad -recuerdo- dijiste
que no reincidirías en esa conducta.
Pero poco vale tu palabra. Puedes ir a otros
lugares pero te obsesionas / con esta página
en blanco, que uso para mirarme
como en un Gran Espejo.

Eres más de mar que de tierra,
por eso poca es la eternidad que reúnes.
A orillas de las Playas dejas tus huellas,
junto a huesos de pollo / que quizás
tú mismo comiste. Creo que esa vez
te respiraste todo el viento, incluso
pensé que toda la escritura misma
-que te contiene- se había regenerado
como las colas de las lagartijas o los brazos
de las Estrellas de Mar. Y no ha sido así.
Ahora te quitas un zapato y muestras
los calcetines llenos de hoyos. Dices
que es posible vuelvas a delinquir:
finalmente la cárcel no es el Paraíso
pero tampoco es el Infierno – arguyes.
Esta mañana no te lavarás en la pileta.

La mujer literaria que amaste / ya no está.
La borré definitivamente. Se ha ido
con otro poeta buscando mejor vida
en otra escritura. Intenté, pero no pude
retenerla por más tiempo. Tomó
sus cuatro estrofas y se fue. No alcancé
a escribir para ella una elegía como deseaba.
Eran sus Bosques Nidos- me confesaste.
Zumbaba en ti como tú zumbabas en ella,
llenando de Flores / Páramos y Piedras.

Claro que no estoy en tu pellejo. Si planteas
exigencias de ese tipo / no tendré
otro camino que cerrar este archivo.
Los niños de la calle comen fruta podrida.
Viejos como tú hay muchos. Espera
un minuto. Suena mi móvil. Ya regreso.
Detrás del Muro / ladran los Perros de la Miseria.
Sus Ladridos construyen otros Perros.
Uno de esos perros te perseguirá para siempre.