Minerva, protectora de las artes
y las ciencias,
San Pablo, apóstol y santo,
Chacabuco, batalla,
campo de concentración.
San Pablo con Chacabuco.
Francisca iba a la vermut
todos los sábados,
Pablo también,
miradas furtivas cabalgaban
de uno a otro,
miradas cómplices,
ese asunto
de ojos y pelvis.
Ella vivía en Libertad, con sus padres,
él, con su abuela, en Cueto.
Ella estudiaba en el Liceo 1,
él en el Instituto Nacional.
Ella leía a Simone de Bauvoire,
él, a Jack Kerouac.
Se conocieron en la posta Chacabuco
a la vuelta del hospital San Juan de Dios.
Ella se había roto una pierna,
él se había partido la cabeza.
Se besaron mil veces en el Minerva.
Ella vive ahora en Rotterdam,
él, en el patio 29.
Buen poema con un sólido remate. Apela a la nostalgia y a la memoria nunca olvidada.
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