Crecen los àrboles raquìticos sobre la sal,
brotan las sombras pàlidas bajo el sol,
duermen las piedras calcinadas ente la arena;
se va el dìa,
queda la noche,
todo sigue igual...nada se mueve,
sòlo un pequeño coyote deslizàndose ante mi
por ente las zarzas arenadas,
de la llanura sin verde.
Desierto...desierto...
Calor...frìo
Norte de Chile,
Canto sin fin.
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