miércoles, 25 de abril de 2018

CARLOS BÀEZ/ YO SÈ QUE COINCIDIMOS (FRAGMENTO)


Nos parecemos,
todos tenemos tendencia
a morirnos de pronto
y coincidimos en más de un rasgo,
a todos cuando nos preguntan la hora
decimos: las doce y cuarto.

Nos parecemos, y a veces demasiado
entre nuestras pertenencias
todos contamos con una taza en el baño.

Todos padecemos de amor y de cielo
todos al dormirnos de noche
asumimos ciertos riesgos
a todos nos asombra despertar
aunque nos acostumbramos con el tiempo.

sábado, 21 de abril de 2018

INES ZEISS CASTILLO/ REENCUENTRO



Hoy te reencuentro vetusta cáscara de infancia,
entre piedras,árboles y flores.
Decenios ya me acogiste,
vestida de azahares y rosa.

Te encuentro casa,
entre aguas deshojadas,
entre soles intraquilos,
entre nieblas que desambulan
por peldaños que he subido.

En la mampara de cristal,
leo el nombre de mi padre,
dormido hace muchos años,
junto a mi madre y un rosal.

Atisbo en tu galería,
mis graciosos balbuceos,
mis inciertos pasos de niña,
y me fundo en los instantes
escritos en tus paredes.

¡Escalera, aún interminable!
maderas lustradas por las horas,
me hago lluvia y lavo historias
al subir por esas gradas.

Recorro el soleado patio,
llega el gato del vecindario,
y bailo al sol del organillero,
que pasaba algunas tardes por el barrio.

Al cerrar la puerta color cereza,
vetusta casa de mi infancia,
me convierto con certeza,
¡en hechicera!

jueves, 19 de abril de 2018

FRANCISCA URDANIVIA/ CENOBIO



Desgarrado el vientre,


Miles de agujas explorándose,

Ahondando en mi profundidad,

Hasta rebosar la sal amarga.

El reloj marcó el tiempo,

La hora advertía.

Y yo queriendo arrancar sus manecillas,

Y hacerlas perennes.

Ojos afiebrados,

Sangre febril por mis venas.

Lánguida,

Y las paredes del cenobio,

Fisura de mis lamentos.

domingo, 15 de abril de 2018

ALEJANDRO H VILLAGRA/ SEÑALES SOBRE EL DESIERTO


EN LAS MONTAÑAS nuestros espíritus tocan el cielo.
En la observaciòn de la noche mis ojos reflejan las estrellas.
La soledad que revela tu rostro quietamente se hunde en el Lago.
Las hiedras trepan por las esculturas de los recuerdos.
En este desértico mundo lo invisible se diluye/
En el corazón de esta época la crueldad organiza el càncer/
En tu voz los pàjaros sagrados ya no se sienten más interpretados./