miércoles, 16 de enero de 2013

EDUARDO CORREA/ CRESCENDO:IN-CRESCENDO

Se llenó de espuma la escena,
las paredes horadadas por la metralla
dejaron escapar silbidos verdes
y nos quedamos tan ahí,
irreverentes, atentos a lo que venía.
Bar Paradise se fue desperezando en la noche,
un reggae saludaba alguna claridad
que alumbraba nuestras pupilas y los vasos.
Hermano, ese que va ahí es el Marley,
Mismísimo Bob, volado hasta los huesos.
Pasa sin vernos, porque nuestros cuerpos
no son más que los cadáveres de nuestros cuerpos,
aturdidos después de ese Apocalipsis
que ni siquiera reconocemos.
No hay premios, estrellitas doradas habrá,
mientras nos deshacemos en disculpas
en el centro mismo de este recinto
que no conduce a parte alguna.

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