jueves, 10 de enero de 2013

MARIO CONTRERAS VEGA/ PEQUEÑO NOCTURNO

De pronto
me doy cuenta que llevo en los bolsillos
una luna
un pedazo grande de tierra y agua dura
jineteando conmigo...
dos ladridos rojos
rompen lanzas
y forman mis latidos...
meto
la mano entonces en el oscuro ámbar
donde el vaso, la luna y las estrellas se encogieron
y crecen como una rosa, llena de espinas tardas
crece
la luna verde y en mi ojal de plata
cae la sangre
la luna calla.

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