"Y si es hermosa y tan metálica la risa del salterio,
me alegra poner una corona de alegría
en la sombra de Safo, amado eco,
oficio de dulzura en que crecieron mis vírgenes."
Juan Carlos Mestre
"Nadie va a hablar de belleza", dice el Poeta,
pero la trizadura viene de Dios
y Dios es belleza.
Pienso, entonces, en esas bocas
que se buscan,
en esas uñas en esas lenguas
que arañan que erectan
la piel los sueños
la noche de Safo.
No existe el Pecado,
sólo una flor, una
que se abre cuando
Virginia Woolf
camina descalza
sobre las olas.
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