ROBERTO ARAYA GALLEGOS /YO SOY TAN VIEJO COMO EL COSMOS

Yo soy tan viejo como el Cosmos
y he sentido en mi todo el dolor de la materia
que combatida milenariamente por su madre la energìa
se arrancò en un sollozo el desgarro de la vida.

Estuve presente en ese momento extraordinario
cuando la sustancia inerte daba su primer paso
hacia la sustancia viva.

Desde aquellos dias he contemplado uno a uno
la larga cadena de innumerables dramas
y arrastrado en aquella interminablew voràgine
dolorosamente he muerto y renacido.

Me he nutrido en todos los cadàveres del pasado
y me he disgregado en la carne de todos los seres y las plantas,
llevo en mì àtomos de todsas las estrellas
y expandì mi conciencia hasta el màs lejano rincòn del unoverso.

Hay añgo de mì en cada guijarro
que pacientemente aguarda su hora,
y en cada rayo despedido desde las màs arcaicas celestiales luminarias
he trenzado mi hùmeda mirada.

Me he emborrachado a bordo de incontables electrones,
luchè con amebas, insectos, primates y saurios;
en las prodigiosas selvas que hace ya mucho yacen sepultadas,
bajo las noches de mùltiples lunas, sobre la yerba yo amaba.

En mi cobrò vida nuevamente
el polvo de antiguas ricas olvidadas,
mis làgrimas bañaron las recias playas
de todos los mares primarios que mis himnos cantaban.

Por siglos de milenios fui escuchando
de la creaciòn entera el gigantesco poema
lo escriben los musgos, los ocèanos, los soles,
las viejas montañas, el fuego, la luz y los seres.

Mezclado entre las àvidas muchedumbres anònimas,
constructoras de grandes murallasa, templos y piràmides,
seguì los pasios de Confuci, de Zoroastro y de Buda
atesorè palabras de Sòcrates, Moisès y Pitàgoras
y llorè tambièn y jurè venganza a los pies del Gòlgota.

En la hoguera que inmolò a Bruno apilè leña hasta la cima,
asesinè sin piedad en todas las guerras
y en mil y cien mil particulas me desintegraron
allà en Nagasaki y tambièn Hiroshima.

Soy la expandida unidad cosmogònica solidaria,
soy el sujeto/ objeto del Caos que siempre regresa
porque soy tan viejo como el Cosmos
tal vez sòlo un matiz o un destello de la nada.