sábado, 5 de enero de 2013

ORLANDO CABRERA/ CALERA: UNA ORACÌÒN A MI MADRE

Madre,
esta oración es tuya
palabra por palabra…
Viene desde mis labios hijos de tus entrañas,
es tuya y mía,
como tu sangre buena y como la mía extraña…


Para ti es esta mansa oración olvidada,
oh, divina creadora de mi carne,
oh, constructora de estas alas del vuelo
guarda mi voz sencilla para tus hijos tristes,
mientras yo te recuerdo…

Perdón
si me he quejado ante el dolor del mundo.
Perdón si amé en silencio… y si no amé, perdón.
Perdón para estas ansias de horizontes,
para este afán de alturas, madre mía, perdón.

Ahora estoy alegre,
porque sé que es más amplia junto a mí tu alegría.
Porque me diste el sexo y el dolor de los hombres,
mujer llena de gracia, que el Señor te bendiga…”

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