martes, 1 de enero de 2013

MARIA DÌAZ IZQUERDO/ SOLO ENTONCES

Inundaré de imágenes las redes
hasta beber la hiel de mi naufragio
y tú, mi barca de soledades anchas,
de frágiles maderos, de ensueño penetrada,
has cruzado las cantigas congeladas del silencio
y en la sórdida borrasca de los vientos navegado,
arribarás un día, lo sé,
a un espacio del olvido que heredaste.

Y desde el último rincón de los anhelos.
Y desde la secuencia del último sonido
izarán tus parcas ya extenuadas
el santo y seña de una nueva travesía.

Sólo entonces, tú, mi barca, sólo entonces,
anclarás tu cargamento de sal y estaciones
y, en la quietud indescriptible de otras latitudes,
surcarás la simetría de rutas estelares.
Sólo entonces, tú, mi barca, sólo entonces, la eternidad
te vestirá con todos sus secretos y distancias
y tus redes argentadas, sólo entonces,
cogerán la magnitud profunda de los astros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario