viernes, 4 de enero de 2013

LUIS ENRIQUE CARRERA/ ELLA ME HABLABA ASI ...

Ella me hablaba así: confiada, ingenuamente,
como nos hablarían los niños
si nuestra imperfección no nos vedara
comprender sus profundos balbuceos.

Me decía de las desolaciones de su alma,
de sus incertidumbres,
del dolor que vació en ella la maldad de los hombres
y de su incapacidad para odiar.

Hablaba lentamente. .................................
Hablaba como un niño que ha sufrido,
pero que aún es niño.

En el ambiente estaban- plasmadas sus palabras:
yo las percibía con todos mis sentidos:
las veía.
Las palpaba.

Penetraban en mí por mis oídos,
por mi boca, por mis ojos,
y por mis poros.
Me besaban con el aire.

Eran la idea hecha materia
y musicalizada por su acento.
(Su acento, fresca enramada de armonía,
para el ardor estival de su espíritu).

Yo escuchaba la música de sus palabras,
bebía sus ideas,
comía sus ideas,
y me nutría de su alma.

¿Qué fué de ella? No sé ...
Talvez se diluyó en la sombra


¡Siempre juzgué que no era de este mundo!












































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