martes, 1 de enero de 2013

JOAQUIN ALLIENDE LUCO/ MI ABUELO

Mi abuelo
era sabio
y aparecía en los periódicos.
Peleó en la revolución
sobre un caballo salvaje
y en Punta Arenas
mató un águila
a culatazos.
Era amigo
de los vendedores
de fruta
que bajaban
desde Lo Abarca
con sus mulas;
mi abuelo podía
escoger la más familiar
de las brevas
y sacarla desde del fondo
de las árguenas de cuero rojo.
Usaba
una manta suave de vicuña,
que nos servía en las tardes
para escondernos
y tomarle su olor
como de tronco feroz que ahora
reposa en la arena
y deja crecer las algas
por sus hombros.
Un clavel llevaba en el ojal.
Lo cambiaba de noche
y nosotros creíamos
que era siempre el mismo
y que la flor
tenía
su raíz
en el corazón de mi abuelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario