Entre dos fechas yaces prisionero,
mudo como un parèntesis cerrado;
tu escaso nombre guardan lapidado:
el final y el comienzo del sendero.
Cerca de tu morada aire ligero
sacude el pino adusto, ensimismado
que te acompaña, mùsico severo,
con su leve tañido prolongado.
Mi sombra y yo acudimos a la cita
en busca del recuerdo bien amado.
Aire, silencio, pìno, todo invita
denuevo a recordar lo recordado.
Alguen tu nombre musical musita.
Escucho: es sòlo el viento que ha pasado.
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