martes, 1 de enero de 2013

RUBÈN CAMPOS ARAGON/ FINAL DE UN CARPINTERO

Su corazòn de bosque
se pasò la vida
en la doble aventura
de herramientas y maderas.
Para dar màs luz a las semanas
puso la rosa en su tarea.
Un dia de invierno
hizo una guitarra con la lluvia.
Heredero del lingue.
Padre de las sillas y la mesa.
Silbando el mar y las palomas
llegò el final
sereno y limpio como un rìo.
Un sabado de vino
dejò viuda la caja de herramientas.
Su corazòn de bosque
entrò al crepùsculo
como una estrella pulida de dolores.
Lo cierto
es que de ahora en adelante
no tendrà màs que azules
en las manos.

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