domingo, 6 de enero de 2013

PAZ MOLINA/ HISTORIA DE ANGELES I

Entonces fue que el ángel se acerco y dijo:
tendrás sed de mi carne y vagarás hambriento.
Luego, haciendo ondular su oscura cabellera
se hundió en la incertidumbre de su concepto

Intentaba el ingenio comprender los alcances del ángel
entre fiebre y bostezo,vagas contemplaciones;
pertinaz,sin embargo, se enfrascaba en conciertos
de incomprensible música,salvaje y presuntuosa.

Tendrás sed de mi carne y vagarás hambriento.
Y su cadera trascendió la condición humana.
El Unico, obstinado, doblegó el idioma
y lo hizo parir la flecha.

Quiso luego ejercitar su arco inconfesable.
Premunido de un cóndor se dispuso a la barbarie.
Y no logró más quietud que un deambular inédito
por las inmediaciones del hastío.

Quiso luego la forma, cogió su flecha,
la cadera del ángel se apagaba a lo lejos
hacia ella apuntó con intención diabólica
y un alarido turbó la paz inadmisible.

Tendrás sed de mi carne y vagarás hambriento
dijo el Unico al Angel
y lo ensartó en el infinito.

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