viernes, 4 de enero de 2013

MARCIAL CABRERA GUERRA/ PERFIL DE MUJER

Ella era así. Tenía
el supremo poder de la belleza,
que prosterna a porfía
cuanto palpita en ti, ¡naturaleza!

Desde el altivo trono
de su soberbia de mujer hermosa,
recibía, en irónico abandono,
la ofrenda del mortal para la Diosa.

No era la de ella la belleza fátua
de la mujer sin expresión y seca,
de la mujer estatua
y la mujer muñeca.

Ella era carne viva y palpitante
bajo el ansia intuitiva del deseo,
virginidad en flor exuberante,
para entreabrirse al sol del gineceo

Sobre su frente pálida y extensa
había irradiaciones de alboradas;
y entre los rizos de su negra trenza
la atracción de las sombras encantadas.

Habìa en su pupila soñadora
algo del llamamiento, algo del ruego;
y en sus labios vibraba la sonora
mùsica de los òsculos de fuego.

Cuando marchaba la gentil coqueta
con su porte triunfal de soberana,
¡estrangulaba el pálido poeta
en la garganta el vítor y el hosanna!

Para aquella mujer todo era poco;
ninguno digno de besar su huella.
Y el trágico poeta, vuelto loco,
la vió, la quiso, y se mató por ella.








No hay comentarios:

Publicar un comentario