miércoles, 2 de enero de 2013

GRACIELA TORO/ ES LA HORA DE DETENER LA LUZ

Es la hora de detener la luz
junto al lecho de los dolientes.

De expulsar la muerte a tientas
por todas las ventanas.

Hora de las llaves mudas
mohosas de vigilia.

Los dedos rasgan sàbanas
que no envejecen nunca.

La muerte duerme siempre
en las pantallas viejas,

Mientras van destilando
su reloj y su bostezo.

Pero yo la llevo sujeta
a mis pestañas sin sueño.

Es hora de enterrar los gestos
que hacen las palabras.

Hora de rodar de a poco
junto a una luz hecha cenizas.

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