viernes, 11 de enero de 2013

ERICK POHLHAMMER/ USTED

Usted va en la micro,
La 4, la 1 o la Matadero Palma.
Va aburrida, va preocupada, va alegre.
Casi no va porque viene dormitando,
Después de día intenso de trabajo.
Va pensando que sus hijos no la respetan,
O que estuvo bien que peleara con su ex pololo celoso,
Aunque todavía siente por él.
Usted no va llorando por él.
Usted va llorando porque se siente sola.
Usted es buenamoza,
Pero hoy día se ve pésimo, porque así lo decreta su pensamiento.

Usted es yo que ahora está escribiendo.
Y no sabe qué decir porque no es escritora.
Usted es capricornio.
Todavía no encuentra una cosa a la cual clavarle el diente,
que no sea una coronta de choclo.
Ya no celebra como antes su cumpleaños,
como si las velas de la alegría ya no ardieran.
Usted se siente inconscientemente neurótica.
La afecta terriblemente la tensión reinante.
Se llama María Sepúlveda.
Hace infinitas noches que no hace el amor,
Su marido se casó con su mejor amiga.
Se casó con usted enamorado de su cara,
Pero usted engordó demasiado,
porque apagaba la angustia y el tedio,
con cazuelas y sopaipillas.
Usted lee La Tercera a medias.
Usted es la primera vez que lee un poema así;
Y le reza a la Virgen de Lourdes,
Dice Por Diosito Santo, yo la quiero...

Soy la única persona que la quiere de verdad,
porque sé que no tenía ganas de levantarse esta mañana,
debido a una borrasca de pensamientos amargos.
Y es que se le vino como un anuncio de una tormenta.
Usted no sabe que yo la conozco a usted.
Sé que hoy día se puso un calzón negro roto,
Y que tiene dos muelas que parecen dos mulas...
Fétidas...
Usted no sabe muy bien por quién va a votar en 1989,
Porque no sabe si va a estar viva para esa fecha.
Usted adora a don Francisco,
No conoce la causa de la Revolución francesa,
Y eso no la perjudica en lo más mínimo.
Usted estudió en el Liceo 14 de Renca,
Y llegó hasta octava preparatoria,
Porque después su papá murió...de viejo,
siendo joven aún.

Usted sabe rezar el rosario,
La otra vez la ví sentada sobre un banco de madera verde,
en la Plaza de Armas.
La miré a los ojos, pero usted no me vio.
Estaba desvestida con una falda negra y un chaleco celeste,
Y le colgaba una crucecita de cobre que le quedaba a la pinta.
Después se levantó y se quedó pensativa,
mirando a los Testigos de Jehová amenazando el mundo,
y pensó integrarse, pero se acordó del acordeón de su ex marido,
Que hoy día es un "mar-ido" evangélico que llegaba como tagua,
Así que usted se decepcionó de todo.
Hasta pensó que el tatita Dios no existía,
Y se trató de suicidar amarrándose la manga de una camisa sobreplanchada al cuello,
Pero tuvo una visión del Demonio.
Y regresó a la realidad como si no hubiera pasado nada.
De su pieza, que consiste en un catre y una ventana frisada,
Por donde se cuela el frío durante el invierno,
Y los zancudos durante el bochornoso verano.
Con deseos renovados de salir adelante,
Usted aún espera la llegada de una persona que la quiera de verdad.
Está caro el aceite,
Usted se pregunta qué hace ahí ese verso...
Está caro el aceite...
Usted se pregunta,
¿qué hace ahí ese verso?
Ese verso está ahí...
Porque está caro el aceite.
Y cuando un perro salchicha le esté meneando la cola,
Significa que yo estoy fuera de Santiago...o me está reemplazando.
Y cuando escuche el trino ininterrumpido de los picaflores,
Yo iré pasando por Talca.
Yo siempre estoy con usted.
¿O no hay árboles en el transpatio de su chalet?
Llego a pensar a veces que usted es yo,
O que yo soy usted...con otro nombre.
Caszely me resulta agradable.
Un chiquillo travieso era su hijo que se fue a La Serena.
Usted lloró tres meses pero ya se siente serena,
De saber que ya lo perdió todo.
A veces ahí empieza la vida.
Este poma le resulta incomprensible,
Pero le gusta porque sabe que hay cariño de por medio.
Usted me invitó a comer chancho una vez a su casa, ¿se acuerda?
A veces no se comprende ni a sí misma.
Apenas termina de rezar el Padre Nuestro
Empieza a pensar en diabluras...
Ya se está cansando de leer.
Necesita anteojos.
Los que le regalaron no le sirven,
Eran de otra persona.

Cuando esté lloviendo...
Acuérdese que alguien está llorando mas que usted.
Y cuando el cara de gallo produzca su cresta roja...
No se olvide que soy yo... que me siento alegre de que usted...
sea tal como es.

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