Antigua sensacìòn, honda de invierno y sombra.
Todo se va inundando con un calor enfermo.
Està aqui la razòn y agita las palabras
pero la sangre esconde sus canales secretos.
Oigo caer el agua en finisimas gotas,
la siento entrelazar este ardor existiendo.
Sobre los ojos ruedan ajenas cosas, àrboles
separados y frìos, distintos en el tiempo.
Sòlo en el sueño hay algo que de to se hace pròximo,
tu imagen con mi sed cambiante va creciendo.
Lejos, el aire rueda sovre tu carne clara.
Lejos, sientes la forma oculta de tus huesos.
Miras pasar mi vida como un rio callado,
no la sientes crecer y morderte por dentro.
Mi forma de existir limita. Una mirada
donde es todo. Y se ahoga sin salir de mis nervios.
Afuera hay esta tarde de invierno y estoy solo
mientras la lluvia cae sobre este parque ciego.
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