sábado, 29 de diciembre de 2012

ALFONSO GOMEZ LIBANO/ TACITURNO SOMBRERO DE NEBLINA

Solucionando,
viendo y murmurando
lo que suelo abarcar en mis miradas,
solo y junto a la espera de unos pasos
temblorosos,
yo, aquí,
con mi negro sombrero ciudadano,
con mi boca roida de malezas
y esta andar ya doblado de cansancio,
permanezco absoluto,
indefinido,
sin tratar de abatir interiormente
este hueco maldito que circulo
y desvela de pronto mi destierro.

Yo no sé como pude alcanzar esta tiniebla,
cómo pude girar y remontarme,
no espantar mi desidia,
contemplar a mi asombro primero,
sigiloso,
y rodar desde mi leve oscilacion
desvencijada,
hasta dar en el diario rumiar de tanta cosa
que me hastia.

Y yo aquí,
en la torpe quietud de los que saben
los que esperan,
con mi duro perfil apasionado por lo nuevo,
me diluyo al rumor de lo yacente;
y este viejo sombrero de neblina
es el muro que nace entre la oscura,
taciturna tristeza del olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario