jueves, 27 de diciembre de 2012

TEÒFILO CID/ COLLAGE

Los pájaros bordean el ocaso
con su sombra abrigan el paisaje.
Pájaros de leche,
pájaros de rientes mordeduras
que salen de la aurora como besos aplastados por la noche.

Ellos saben que la sombra
los protege, los defiende, los encierra
en huevo de esmeralda.
Incansables aletean
sobre el césped de virtud de las sonrisas
como júbilos filiales del hastío.

Pájaros de enigma en la piel
pájaros de labios como ojos
que desnudan a la sombra de su tedio.

Los seres son más lentos que el cabello
se espacian se aíslan en sus rocas
y hay dedos que el amor aún no ha tejido,
cuerpos que agravan al amar su libertad.

Mundo natal mundo de donde vienen
rincones infinitos a formar su horizonte,
vestidos como naipes en un sueño
de amor y libertad.

Todos los pájaros son sombras que vuelan
latidos de un mismo pulso
arrugas de una misma ondulación
Todos los pájaros son siempre las doce.

Sus alas espejos destilan
y donde hay una imagen los cuerpos ya no
duermen
los pájaros--espejos sorben la sed de los cuerpos
la sed que es un cielo avisado al desierto

Pero los hombres
tienen sed de pensar en las sombras
que vuelan.

1 comentario:

  1. Bella visión de los pájaros, con la maestría de quien conoce bien su oficio. Hermoso texto y manejo del lenguaje que salpica de imágenes la imaginación del lector.
    Es que los maestros de antes....No hay caso.

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