martes, 25 de diciembre de 2012

EUSEBIO IBAR SCHEPELER/ BIBLICOS

Por pisarle la cola a la serpiente
que, astuta, le guiaba hacia su objeto,
hallòse nuestro Padre de repente,
junto a Eva que ya estaba en el secreto.

Bajo un florido y fresco limonero
la puso frente a frente del problema,
Adàn se sacudiò como un plumero,
y, estufefacto, se chupò las yemas.

Ella, inclinando el ave de su cuello
bajo el manto de luz de su canello
velaba las manzanas del jardin.

Adàn perdiò su honor de caballero...
La culebra enroscada al limonero,
les tocaba entre flores el violin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario