Territorio marino prolongado
sobre un galope inmenso de montañas,
de norte a sur se incendian tus metales
mientras tu mar se ahoga de esmeralda.
Quien te conozca entre la fiebre altiva
de tus rocas pretéritas de fuego
y tus ríos de vidrio y amarillo,
sabrá lo que es destino sin sosiego.
Irá quedando atónito en secreto
para justificar a Galvarino
en historia y leyenda de este pueblo.
Recordará la arcilla del silencio
cortada por cuchillos fatalistas
que hace despedazar con vino el tiempo.
Tierra de saltamontes y copihues
no sé por qué mi sangre te penetra
y soy trágico verbo de mi Chile
en agua azul de mar y oscura piedra.
Se me retuerce el alma en territorio
mientras la lluvia rompe sus espigas
y me gozo patriota, triste y solo,
dándome en fuego amargo y sangre viva.
Así vamos salvando entre temblores
con un destino eléctrico de cielo
y embarazo de sierras por el cobre.
El mar prolonga su perfil de costa
y las mujeres reales queman celos
para entregarse en pueblo y territorio.
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