sábado, 13 de abril de 2013

LEONARDO CIUDAD/ CATALEPSIA


Cuando la carne ya no es más que moho, mi vista aun sigue pensando en la tristeza de la alegría y encerrado ahí, mis ojos aun mantienen su visión en excelente condición física hacen ejercicios mirando entrar y salir gusanos por doquier, acampando en el interior de mi cuerpo forjando comunidades; conversan y caminan entre sí paseándose por delante de la vista que continua intacta archivando teorías.

Y encerrado ahí cuando la carne ya no es más que moho mis ojos dos bolas giratorias en descontrol, gritan desesperadamente pero nadie escucha, ni siquiera el gusano que a flor de piel consume lo poco que me va quedando.

Cuando mi carne ya es solo moho mis ojos seguirán gritando aferrados a su vista y como dos novios cansados de amarse se dirán adiós violentamente, repartirán sus pertenencias y esculpirán el fin, cuando en mi cuerpo ya no exista mas moho ni carne.

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