Sin pegar pestaña pasan las horas
Una mujer teje a mi costado
Muecas diabólicas viajan por su cara
Las mañanas
Tranquilizan nuestras almas
Desconocida duerme después de lavar sus pies
Peinando llego a vivir la tristeza de su pelo
Lágrimas fosforescentes bañan este lado de la cama
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