El juego policromo y seriado del paisaje marino.
Automatismo del ojo.
Retina y rutina.
Cielo despejado. Limpido. Dia ideal.
Despojado de los riesgos.
Una sonrisa este dìa.
ideal para saludo de cumpleaños.
Arena. Botes. Bañistas.
Pàjaros;
uno remontando, cazado al vuelo por la càmara.
Y el mar muerto. Sin sal. Sin salvaciòn.
Asesinado:
La emulsiòn quìmica.
El revelado mecànico.
La pupila sin palpito.
El reverso. Otro mar.
El oleaje del reverso le pone el remitente.
Aguas
agitadas
o serenas, segùn la mano.
Segùn el ànimo que la mano acompaña
o esconde. Mar de enigmas.
En su horizonte se sumergen los sellos de correos. Uno, dos soles, tres a veces.
(Lose sellos: el orgullo nacional milimetrado: reinas, /fauna
y flora emblemàticas,/ la conmemoraciòn de una batalla
o de un pacto, /viejos pròceres,)
Soles opacos
para este ocaso en la tinta.
La magia señera de la grafia.
Recupero la fe, camino estas aguas.
Cada lìnea precede a la siguente
como las hermosas espumas en el mar.
La emulsiòn de los espacios en blanco
donde gravita el silencio
y atisbo los naufragios.
En cada letra escucho
el resollar del ahogado
que finalmente me lanza un brazo
y me grita su nombre.
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