sábado, 13 de abril de 2013

SIMÒN FIERRO/ A LA HORA


Serena y profunda llega
como un cráneo de gaviota
A través de sus cuencas
ensaya una mirada
desprovista como hueso

Su sombra cavila erguida
sobre el óxido de un clavo
y se acerca cuando acecha
presagiando el fin de fiesta

Una herradura en el suelo
se pierde en el desprecio
a la espera por si acaso
se convierte en talismán

El tiempo no perdona
el tiempo cuenta y corre
y afana en la jornada

Sólo un zumbido
y zozobra al ocaso...

Caspa de fierro
vestido de intemperie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario