lunes, 15 de abril de 2013

JORGE POLANCO SALINAS/ LA JARDINERA



Una intensa luz se recuesta en el jardín. Las palomas aparecen desde las sombras, vuelven del norte y sus gorjeos ruedan por la mañana. ¿dónde está el trino? La garganta se va anudando en el canto, y me dices que al medio hay un abismo sin música ni luz. Deseo volver a la hiedra enraizada del diamante fino, estrechar la patria gastada con tu cruda voz. Ahora que nos derrumbamos como arena, y se avecina la ominosa oscuridad, el jardín abandonado del canto herido retira su iluminación. En él se ve asomar la siembra podada por ti misma en los rincones de tu voz.

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