lunes, 15 de abril de 2013

ANGELA MONTERO NEIRA/ SIETE

Revestido de transparencia
la masa pùrpura tardò
el lento minuto en la huida
frunciò el mùsculo de la frente
en penumbras,
Y la sien tejiò con gasa
el signo que acerca a su pecho
la voz del àngel petrificò
cicatrices.
La vastedad de armonìas
sin palabras acerca
preludios de ondas calvas
la càlida sangre inaugura
madrugadas de albeldrios
sobre siete pinceladas celestiales
y los matices de azucenas
acuden al lamento del laùd
hechicero de ceniza,
prisiòn y poesìa
alza la voz en el cause de los dioses
siete diamantes esculpiò la enagua.

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