II
No sabe por qué la H antecedió a las letras
que dibujarían el ave.
Nunca vio al halcón ni supo de las tártaras
magias al domesticar el alma del rapaz.
Era un zorzal quien rebajaba la materia
cardíaca con la gubia de su canto.
Con su pluma escribe:
emerge la sangre del nombre
que comparte el amo y su ave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario