Recuerdo a Lautaro
Que puso un pié en el Llano maravilloso
Y otro en la Tierra del Fuego que por ese entonces
No estaba en llamas
Con su ojota de oro americano
Hizo en definitiva la Patagonia para los patagones
Que este lancero de los mares del Sud
Hizo primero la revolución de los ríos
Que fue él quién hizo esa revolución de los ríos americanos
Siendo el único domador de esos ríos y que de solo contemplarlos
Se le rendían estos a su hueste libertadora del Picun Mapu
Sin necesidad de la represa extorsionadora
Que fue Lautaro entonces el primer comandante americano
Antes de los barbudos y de las boinas rojas
Que Lautaro bebía de los vientos de Los Andes
Alimentando con su lanza al Orinoco profuso y frondoso
Henchidas las anacondas de enemigos que ya eran inmemoriales.
Con Lautaro fue el Chiripilco antes que el Aconcagua
Fortificándose mas que de los ejércitos de los hombres-tetera
De los impedimentos de sus sueños
Entendió muy bien asfixiar entre horcajadas a los que ya se sumaban al capital
Con brillo de oro condenado como la pampa del Plata.
Os recuerdo que antes que las U.S.A. Companys eran las Españas y el oro
Por eso cuándo Lautaro era joven
Su guerrilla anidaba las ansias de volverse corazas de a caballo
Por eso cuando Lautaro era hombre y recio
Guacolda ya estaba cuidando de todos los niños hambrientos de América
Por eso cuándo Lautaro entendió
Que el expoliador del mundo
Le hacía guiños desde el otro lado de Los Andes y de la mar-océano
Quiso morderle la teta al banquero antes que todos
Pues sabiéndo de la miseria de los hombres-tetera
América ya estaba empeñada y en subasta.
Lautaro transitó como viento puelche por nuestra América
Gritó en Alaska con el inüit hoy vencido y vendido
Fumó de la pipa pretérito-ancestral con el sioux de las praderas equinas
Vertió sangre en el sacrificio mesoamericano
Pero enseñó que la dádiva debía ser del huinca.
Entonces Lautaro hizo un puente y juntó a las Américas
Hizo que las noticias corrieran por el Tahuantinsuyo
Lautaro quemó viva la mentira y a la parsimonia
Enajenó el dolor de la ocupación y se hizo dueño de los ríos
Lautaro agregó en el cunza indómito atacameño
Que los ríos eran las venas americanas
Pues solo él los vadeaba tal como esgrimía la palabra
En la lengua americana que es de volcanes y de selvas
Como el amor a los vientos del Sud
Residía en el vigor indestructible de la bandera múltiple de los que llegaron
Por Beringia y por Rapa Nui.
Lautaro era hermano de Aníbal en sus sueños y en su estrategia
Anibal llevó elefantes ante los itálicos
Lautaro quiso llevar el oro en sus flechas al emperador de las Españas
Quemarle la barba de patio trasero al hijo de la barbarie visigótica
Y embriagar al mundo con su destreza sobre los pueblos condenados a la derrota
Hacer de ellos el giro de una historia inconclusa.
Recuerdo
Os recuerdo defensores de la pequeña Venecia
Que antes de todo y de todos
El primer comandante de todos los comandantes
Fue Lautaro
Lautaro
El gran estratega del sueño americano
Lautaro despertó a la vida chivateando como todo nuestro ancestro saqueado
Hizo la revolución de los ríos antes que nadie
Y comprendió que la traición era el hambre de América
Entendió que debía marchar
Y cruzó el Mataquito para que esta no navegara hacia el Orinoco
Tal vez por eso Lautaro fue reconocido comandante de hueste nativa
Para abofetear en nuestra propia comarca americana
Al saqueador
Que como os recuerdo
En América siempre fue inmemorial.
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