Y entonces la noche
se alargará en el rezo
como una cuchillada.
Hendiendo las entrañas
sin dolor al comienzo.
Lacerante después.
Y estará en mi insomnio
la ronda de tus besos
como luces encendidas
abriendo mis pupilas.
Entonces la noche
se volverá más triste.
La gran cúpula del sur
acunará los astros.
Y entonces,
no estaremos ambos
sumidos en la sombra
observando el reflejo
de estrellas en el mar.
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