Un pais triste
desollado en heridas
(craquelado,
fragmentado)
no deja de soñar pesadillas
con el mar en la montaña
aloja tantos muertos
que cuelgan, penden de un hilo
no caben en la fosa común
tendidos los cuerpos con perros de ropa.
DIFUSÌÒN DE TEXTOS DE POETAS CHILENOS DE TODOS LOS TIEMPOS, A CARGO DEL POETA RODRIGO VERDUGO.
Un pais triste
desollado en heridas
(craquelado,
fragmentado)
no deja de soñar pesadillas
con el mar en la montaña
aloja tantos muertos
que cuelgan, penden de un hilo
no caben en la fosa común
tendidos los cuerpos con perros de ropa.
La misma que habita el jardin perdura en los movimientos,
parece no dormir,
y ha cerrado los ojos nuevamente.
Sostiene la continuidad de los restos en la corteza.
TOCA EL SUELO CON LAS MANOS.
a.- este poema nada puede resolver / – adentro del poema la muerte se consume / ya, dilo de nuevo, el porcentaje de pureza mezclado con un poco de sol, con un poco de hambre : // todo acaba aquí y de pronto no,
– un nuevo servidor, un poema electrónico, un mesías – poema bajando desde el cielo – sólo los elegidos contemplan su propia destrucción – no, en serio, este poema nada puede resolver /
b.- este poema abandona al mundo / deja el charquito – llaga / deja la boca adormecida / deja la nieve sobre la noche : este poema coma dos puntos a continuación :
b.1.- es romper la boca es romper la boca es romper la boca con los dientes
b.2.- una pantalla líquida naciendo sobre un campo soleado
b.3.- acabar con el cuerpo acabar con el cuerpo acabar con el cuerpo es acabar con la materialidad del poema y llevarlo al límite
b.3.1.- el poema versus la carne versus la sangre pierde consistencia / dejar caer la sangre / romper la sangre y el poema / y dejar todo aquí entre los vivos / una nueva dirección en un archivo de baja calidad /
todo acaba aquí,
todo acaba aquí poema / nada puedes resolver / : y de pronto no : y de pronto un charquito de agua, de piedra : todo es mentira, poema – y entonces qué? y entonces cómo?
Te sabes como un girasol,
el sol, tu imàn de luz.
Tengo una certeza
quiero convertirme en ese sol,
adormeciendo tu vida
y alimentando tus verdores.
Cuando estos pechos caigan
como nidos de oropéndolas
y la iguana lo logre ya trepar la copa del aromo
volveremos a encontrarnos
en la raíz del árbol
donde todo comienza.
Cuando los muchachos de la PH
llegaron a la casa del mono
en el barrio había un silencio de tumba.
Hoy
vivimos en tres meses
precio contado
nuevo avance
hacia el futuro
es en efectivo
o en 12 cuotas
repactadas
nuestro avance
es negociado.
Los muertos del Cementerio Catòlico
escriben cartas para los meses que vienen
anticipando nacimientos,
los días que se adelantará el despeñadero de las hojas
cuantas lagrimas recorrerán los pálidos canales de las yemas
cuantas veces se embriagará el sol en el portal de Huenteyao.
Si tu refrigerador fuese la Región de los lagos
entonces ese litro de leche seria tu vaquita.
Nada màs que a ti te costó novecientos.
Al campesino que la ordeñó
le pagaron cien.
Los ochocientos pesos que están entremedio:
la verdadera magia del sur.
De pronto la noche te trae, te trae enfrente
con el azul oscuro combina tu vestido de estrellas,
mis ojos vacíos no te creen, no me muevo a buscarte
pero estas allí, con la noche.
De pronto en mi desorden te veo,
la noche se distancia y no te alcanzo con palabras,
si corro se me desarma el camino nocturno
y caigo de rodillas, llorando frente al alba.
La noche es màs fría y te tengo frente a mis labios
pero no me veo, soy un cazador sin lanza.
Observo que sonríes y te confundes con la noche
dando en mi vida, a la muerte la alabanza.
Entonces prefiero sentirte desde lejos
mientras te dibujas en esta noche calma.
Te he mirado en esta noche que te trajo
y te he perdido nuevamente en mi alma.
Él, mantiene sus alas tras de sí,
elevadas un poco,
y, como si tuviera cintura, gira,
bailando gira y saltando gira sobre sí,
mientras sube y baja andando entre las ramas
y dice en distintos tonos:
güisch, Güisch, güisch, Güisch.
Mientras la gorrión,
con la que comparte el árbol,
inmutable, en una rama quieta,
al ver que él se acerca, le grita
corriéndolo: shiu, Shiu, shiu.
Él, alegre y tenaz,
sigue girando, bailando y saltando
entre las ramas.
La corteja.
Ella, muy molesta al ver que el gorrión
se acerca más y más,
le lanza picotazos a sus alas bailarinas
-a veces lo alcanza, otras no-
y ella le grita más fuerte: Shiu, shiu, Shiu.
Él no se inmuta, y sigue contento,
bailando y girando sobre sí,
y cantando entre las ramas sigue:
Güisch, güisch, Güisch, güisch.
Entonces algunos días después
durante una mañana
salgo al patio a ver si llegó el gas que pedí
y de reojo, en el mismo árbol,
veo que ambos gorriones ya dialogan -cómplices- Amor.
Golondrina, extendidas sus alas de mariposa, se cruza en el aire
volando de pecho blanco erguido, entre el árbol de ellos y yo,
y entonces parece que el ser de los cincos se une en la Vida.
Y todo es Otro: los mismos colores distintos:
en vez del cielo azul, el negro teñido del escarlata.
¿Será el mismo Tiempo, ahora visto desde ellos y su amor? Quién sabrá…
La golondrina canta la escena -poesía del instante-
(Pero ¿Qué agregan las golondrinas con su suave trisar,
que desde su pecho blanco viene?...).
Y nuestras acciones se cruzan y nos comprendemos,
aún distantes, por un momento
posibles de vernos cercanos e inocentes.