martes, 31 de mayo de 2016

FELIPE GAMBOA BRAVO/ ORFANDAD DE LA MEJILLA



a Juan Bravo, mi abuelo

I
nostalgia de las nubes que anuncian la lluvia
trabajar en la uva o trabajar en la uva

la madre de las madres que regresa a reclamarnos las tablas
el terral es un viento cálido que lo arrasa todo
la imagen píxelada en la pantalla
revela el lugar donde las palabras animadas por las llamas
suspenden el horizonte
añorando a las migajas que aún quedan bajo el mantel

desangrado gota a gota
las hojas hacen algo que no podemos explicar
mientras la corriente dibuja la trayectoria de los astros
el otoño cierra los párpados

profanadas sus cenizas
el abuelo regresa a exigir el casamiento de los concubinos
pero el pasto ha crecido demasiado

el parpado enterrado emerge
como juguetes de niños
la mañana traía pedacitos
trozos de piernas esparcidas sobre el pasto
uñas pegadas a las alas de las moscas

edificamos desde los cerros la patria del labio
el relámpago como único regazo
como hijo de sí mismo

la yema de los dedos presiente su follaje
el trozo de pimiento finaliza la pira
la llanura inmolándose ante la rectitud de su destino

II
el sermón caliente del último vaso de vino
degollado por su propia madre
como el zumbido de todo lo que gime

la piscola automática apuntando a tu cabeza
cuando tenemos que encerrarnos en nuestras casas
agazapados con el cañón entre los dientes

todavía quedan moscas en la cocina
chillidos vendados de muerte
lenguas de sal

la mañana escupía pedacitos
torsos acribillados arrojados a la calle
magnolias daban a luz leoncitos bebes
escribíamos un poema sobre las tribulaciones del hambre ¿pero cómo terminarlo?

conseguimos recordar el lenguaje de los pájaros conteniendo la respiración
amigos que hablan de sus enfermedades o muestran fotos de cabro chico
seres ante cuyo paso el mar guarda silencio
donde no pudimos olvidar
el sepulcro palpita en la garganta

cansado de amaneceres
puse las palmas sobre las entrañas de la tierra
orfandad de la mejilla que nunca supo yacer
como la corteza violenta de los cardos.

lunes, 23 de mayo de 2016

PAULA PASCUAL/ ALGUEN


Alguen està viajando
alguen se muere de silencios
pero lleva la sonrisa en la mano
de igual forma la golpean
a las puertas del cielo.

Alguen camina con la vida
pegada a sus zapatos
pero sonrie a las ancianas
                       mendigas
                       desdentadas
de igual forma le niegan
                        la limosna.

Alguen pide auxilio
y se ahoga en estertores de mañana
pero, insomne camina por las pìedras
vigilando la puerta de tu casa
te sientes entonces, seguro como un niño
velado por los ojos de la MADRE.

Alguen recorre la escuela de mi infancia
leyendo cuentos de hadas
                        de principes
                        de fantasmas
con su bastòn produce magias
pero, de igual forma con èl
le quiebran las espaldas.

Alguen de rodillas
alguen se estremece
y nada
o todo
cambia.

SERGIO MELLADO VALENZUELA/ LA VENTANA (FRAGMENTO)


Todos los dias abro mi ventana
y el sol de la amistad
reverbera en las cosas;
el camino se alarga
y puebla su silueta
con el marco anchuroso
de mi ventana abierta.
Rosa desplegada
extiendo la pupila
para abrazar el dia
y se colma de ansias
la palma sedienta.

viernes, 20 de mayo de 2016

RENÈ VERGARA LLINÀS/ PAPEL


Las cosas en las palabras
las palabras en los nùmerOs

encerramos porque es imposible
porque la libertad asusta.

lunes, 16 de mayo de 2016

JUAN CARLOS RAMIREZ/ INOCUO (FRAGMENTO)


Tengo un pie sobre la pupila de Dios
el otro sobre el iris de Lucifer
y el cuerpo sobre la misma cabeza.

SELVA MORA SEGUEL/ PARA CALLAR A LOS DIOSES (FRAGMENTO)

 
Cuando estamos cerca del abismo
solo él vértigo nos socorre
alandonos las quijadas
pero cuidado
el abismo no es espacio para hombres.

FERNANDO MERINO OSSA/ ALGO

 
No eran mías las palabras,
ni los gestos.
Buscando algo que me perteneciera.
Me interné en el silencio.

Y dejé que las fuerzas
que tenia,
produjeran el milagro
del encuentro...

El silencio, de pronto,
no fue roto por palabras.
Se trizo por pasos en la noche.

LUCIA ROMÀN RIVERA/ MUJER DE MINERO ATACAMEÑO (FRAGMENTO)

 
Mujer de minero atacameño,
mujer del cerro de Atacama,
¡Si supieras la importancia
que tu existencia guarda!

Eres la madre, la hermana,
la que consuela y da aliento,
la que cura las heridas,
la que esconde el sufrimiento.

Eres oasis de paz,
eres ardor en el lecho,
¡Si hasta las piedras se ablandan
cuando pares en el cerro!