Nadie elige la forma. Ella me viene
de cantar y cantar, ay, sin sentido.
Mas ¿què campana vegetal mantiene
este pulso de grillo a mi latido?
Nadie toque mi alma, se sostiene
por un hilo de aroma que verdece,
¿Mas de què savia o manantial proviene
esta sustancia de àrbol que me crece?
¿Y esta mano de bosque y de yerbera?
¿Y este siempre fluir de primavera
por mi cayado que retoña y vibra?
¡Ah, mi alma, por las hojas canta y canta!
!Què alegria nacer de tierra y fibra,
con un grillo escondido en la garganta!
Hermoso poema. Me hubiera gustado conocer un poco más a Armando, en lugar de encontrarlo sólo en funerales de la familia.
ResponderEliminarLindo poema... creo que la obra de Solari merece ser más difundida...
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