miércoles, 13 de abril de 2016

NELSON ZUÑIGA GONZÀLEZ/ RENDIMOS NUESTRA SANGRE INCONFESABLE


Rendimos nuestra sangre inconfesable
al rito de inventar un sucedáneo
de la estocada, el filo que bifurca
la carne cuando en busca de algún otro
fingimos breves muertes, simulacros
del goce entre tus labios y el sudario
de un cristo que renuncia a perpetuar
las marcas de su cuerpo en otro cuerpo.

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