martes, 9 de abril de 2013

ANDRÈS URZÙA DE LA SOTTA/ NO ES FÀCIL LO QUE TENGO QUE DECIR



No es fácil decir lo que tengo que decir,
pues es algo que concierne a cada uno de
nosotros.
Algo que si bien voy a decir, contradicho
estará de sí mismo, pero desconozco una
forma más verosímil de decirlo, así que lo
diré de todas formas.
Sin embargo si no digo lo que voy a decir,
quizá me contradiga mayormente a mí
mismo, o –tal vez- también me contradigo
en esto último que digo, pues mentira es
que soy valiente en los decires.
Pero lo que tengo que decir hay que decirlo,
y como nadie se ha encargado hasta ahora
de decir lo que voy a decir, lo haré yo aún
sabiendo que lo que diga puede ser usado en
mi contra, y que –además- mi fuerza es la de
un pollo parapléjico.
Y aquí lo digo de manera rápida y sin malas
intenciones, pues ofender a nadie me propuse
cuando supe que diría lo que voy a decir con
palabras:
Dejar de decir que somos buenos decidores.
Decir lo que debemos sólo a nuestros dichos
y ojalá -dentro de lo imposible-: jamás decir
a otros decires lo que tienen que decir, pues
nadie mejor que uno mismo sabe lo que sabe
y lo que cábele decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario