lunes, 15 de abril de 2013

CARLOS BRIONES/ A PETRA STEGH


Tù mi amor, la de los ojos duros,
fria y alemana, no se por que,
tu extraño parecido, inquietante,
con la leona rubia de mi niñez,
encuentro, cuando te rodeo.
La risa de piedra y el andar masculino.
El humo del cigarrillo negro y fuerte
que tù aspiras, concentrada o distraida,
te Ilena, como yo deseo, de sensaciones.
Los ojos grandes en la cara esceptica
cuando la cara triste, tambien duros son.
El color de las aguas del Rin,
el paisaje metalico de sus orillas
y el cielo de otoño, acerado,
te dan ese aire y esa soledad
de loba, de capitana solitaria

Todos los barcos fluviales,
tienen nombre de mujer,
te llamare “Carola”,
porque creo que seria maravilloso
naufragar en la noche de tus ojos.
(Para nombrarte, tengo, por suerte,
todas las cosas que me impresionan,
y con ellas te confundo. Entonces
me pasa, que digo, lo que no quiero)













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