miércoles, 17 de abril de 2013

CARMEN YÁÑEZ HIDALGO/ REFLEXIONES PARA NO VOLVER


Me hablas de una casa de viento y yo contesto;
¿y que haremos con solo el viento? Previendo de tempestades
la precaria estabilidad de las paredes.
De viento y de luz;
y yo contesto
¿y qué haremos con solo el viento y la luz?
Sopesando el margen de las sombras que acechan en los lagares
donde no alcance, nuestra bienintencionada luz.

De viento, luz y frutos;
Y me quedo sin palabras....

Me hablas entonces de ese país que dolió tanto,
de ese país que llevamos en una alforja en la espalda,
de aquel país que más de alguna vez, dejamos olvidado en alguna estación de trenes
en Europa.
Me hablas de ese mismo país que lloramos como viudos,
tirando sus cenizas en el Sena o el Báltico.
Me hablas de ese país resucitado entre los muertos de feroces dictaduras.
de ese país defectuoso,
de ese país perfectamente idiota,
y nuestro.

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