martes, 16 de abril de 2013

ALEXIS CASTILLO JORDÀN/ AEROPUERTOS


Brizna sobre el chaleco verde de la niñez.
Agua sobre el pavimento gris de la ciudad.
Sol del amanecer: autos, calles, edificios.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Casas baldias, chaquetas fantasmas, mudos roperos.
Parques solitarios, edificios abandonados.
Hospitales asilos imaginarias prisiones.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Irreparables artículos del hogar:
enceradora, lavadora, aspiradora,
televisor, radio, angustia y pánico.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Pesados abrigos colgados de la cuerda
floja como la tarde que veíamos caer
desde el corto y angosto patio de la juventud.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Libros bajo el parrón de la locura.
Lápices y cuadernos como fármacos.
Perros desvelos de la noche.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Servilletas marcadas con rouge pasajero.
A medias la copa de tristeza sobre el mantel:
despiadados recuerdos, amargas derrotas, torvos reflejos.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Guardias de lo sagrado: pan, vino y soledad.
Ronca sombra del nogal enmohecido.
Inexorable bosque negro de la muerte.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario