Rìo abajo van las ondas
que llevan al pensamiento
que me tortura y aqueja.
Mirando correr las aguas,
tu recuerdo hecho una imagen
se pegaba a mi cerebro.
Breve estela fulgurante,
de plata y oro labrada,
como un manto, sobre las aguas quedaba.
Por ella mi pensamiento
iba a la mar de tu olvido.
Rio abajo uban las ondas
llevàndose el pensamiento
y tu recuerdo hecho imagen.
Al llegar a las arenas,
tristes y solas quedaban.
Como espuma blanca y tenue
que a las aguas no llegaban
adivinando tu olvido.
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