Mandarìa cortar los àrboles
que crecen entre tus ojos y mi frente,
mandarìa hacer jaulas
para anidar tus pensamientos,
harìa recoger los moldes
de tus huellas.
Imperceptible,
sin que lo notaras,
con toda la fuerza de mis brazos,
te traerìa a mi lecho
que se parte en dos
sin tu cuerpo.
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