Un violin herido deambula
por las calles de mi pueblo.
Las lineas de los sueños
se han hecho nudo ciego.
Ya no hay estrellas
para mirar.
Ni para pedir deseos.
Ya nadie lee
los libros de la vida
porque estàn escritos
en extraños signos.
Todos los postigos
se cerraron
y el violin se perdiò
entre los pàjaros sin luz.
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