viernes, 1 de enero de 2016

GRACIELA LEÒN/ PEQUEÑO SALMO PROFANO


XXVII
Porque todo me lo has prestado Tù, Señor,
no soy dueña de nada,
aunque disfruto todo lo que tengo.

Tuyos son mi familia
y mis recuerdos,
Tuya mi casa,
y Tuya mi esperanza
y son Tuyos tambièn,
todos mis sueños.

Sòlo quiero dejarme para mi
este pequeño espacio de silencio
en que puedo encontrarte por la tarde
y contarte què siento.

Porque si Tu consuelo
y Tu palabra, como podria yo ir venciendo
esta profunda soledad
que desde que èl se fuera,
estoy sintiendo...

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