martes, 27 de mayo de 2014
GRACIELA DE OLIVARI/ NIDO DE GAVIOTAS
Colgada de mi nido de gaviotas
vigilo tus costas azules
asediadas por bandadas de pàjaros.
Pongo barreras a su paso
construyo muros
levanto puentes levadizos en la arena,
todo es inútil:
como enorme torbellino
llega a cubrirte la marea roja
y feliz te sumerges en ella
huyendo de mis brazos.
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Mi madre escribió este poema recordando los viajes los trayectos que solíamos hacer a la ciudad de La Serena; al salir de los Vilos y avanzar hacia el norte, el camino costero cambiaba de playas a acantilados, en esos raros páramos se notaba la aridez del secano costero y colgaban extrañas vegetaciones y de ellas nidos de diversos pájaros. Alguna vez, quedó mucho rato mirando una gaviota errante, que iba hacia un nido solitario... luego volvió al auto y nos dijo, es muy rara la vida en soledad. A los años leo otra vez el poema y me trae a la memoria un sector muy cambiado, donde hay condominios y ninguna gaviota colgada de ningún nido. De seguro emigró, como mi madre , a otros mundos y solo es presencia aquí, en este blog. Gracias
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